Entre 50 y 70 niños disfrutan cada semana de sus vacaciones estivales de una manera diferente, descubriendo, de forma lúdica, todos los entresijos del Museo de la Naturaleza y el Hombre de Tenerife.

Mediante talleres y actividades dedicados a la biología marina, la antropología y la paleontología, los pequeños ocupan las mañanas descubriendo un espacio que, como dice Marcela, monitora y encargada de las actividades, "da miedo por naturaleza". "Le tenemos miedo a los museos. De antemano vamos con un me voy a aburrir, y hay que acabar con eso", explica una de las responsables de que todo salga a la perfección desde las 09:00 hasta las 14:00, horario en el que los niños visitan las salas y realizan talleres para confeccionar su "Cuaderno del explorador".

Precisamente de ese "miedo" nace la idea de comenzar con "Menudos Exploradores", que, junto al programa "Jóvenes Científicos" aúna todas las disciplinas del Museo de una forma lúdica educativa, donde, a través del juego, los pequeños aprenden todo aquello que, a priori, "parece hecho para decorar vitrinas", explica Marcela.

Así, entre tiburones, peces, guanches y momias los menores disfrutan su semana sin dejar de aprender. Entre sus favoritos, además de un herbario en el que trabajan intensamente, se encuentran las momias. "No les tienen miedo, les apasiona su misterio", destaca la monitora, quien asegura que "La fiesta del agua" que se monta cada viernes en el Oasis "es otro de los platos fuertes".

Talleres de barro, manualidades, cuentacuentos, cantajuegos y magia, además de una hora diaria de actividades desarrolladas en inglés, son talleres en los que los más pequeños pasan su semana.