El otro día, escuchando el programa de El Día TV "El Cuartelillo", me enteré de dos noticias preocupantes. Una, que un expolítico -por cierto inmerso en un proceso judicial del que saldrá absuelto, y me alegro- fue a comprar un piso para su hijo al contado y en negro. El propietario del inmueble, según "El Cuartelillo", se negó a aceptar sus condiciones porque iba contra la ley. Y el expolítico desistió de adquirir la propiedad. El expolítico hace años que no ejerce la cosa pública, pero se ve que ha ganado mucho dinero con su profesión o con lo que sea.

La otra noticia se refería a que un ayuntamiento -"El Cuartelillo" no especificó cuál- había contratado por 140.000 euros al año a un funcionario jubilado de ese mismo municipio. Decían en el programa que, si esto fuera verdad, que parece que sí, lo que tiene que saber el funcionario jubilado para que el ayuntamiento no nombrado le pague un sueldo que es el doble que el de y el doble que el de Paulino Rivero, por poner dos ejemplos significativos. Lo que tiene que saber de las cosas que se han hecho en ese municipio; es a esto a lo que me refiero, no a la sabiduría del exfuncionario y jubilado de lujo, quede claro.

Son las noticias que uno no quisiera escuchar nunca, pero que en ocasiones se producen en una administración municipal que a veces se escapa del control de la lógica y de la racionalidad. Yo creo que las denuncias que realiza este programa de televisión que se emite en nuestra cadena son oportunas y están contadas con rigor y con sensatez. De ahí su éxito.

En fin, que aunque es agosto y en agosto, ya se sabe, no todo son romerías y peregrinaciones más o menos pintorescas, sino que hay más cosas. Vamos a ver qué nos depara la reentrada (ahora parece que se dice rentrada), que probablemente traerá sorpresas.

Acudo a las palabras de otros, al programa de referencia, porque me parece que estas cosas es bueno que se sepan y, en lo posible, denunciarlas. Nosotros no somos jueces ni fiscales, pero cumplimos con nuestra obligación de denunciar los abusos. Y, la verdad, pagar 140.000 euros al año a un señor que se acaba de jubilar para que desarrolle un puesto en el mismo ayuntamiento me parece una pasada.

Es de esperar que la información aportada por "El Cuartelillo" sea exacta y que se tomen medidas al respecto. Porque con el dinero público hay que tener mucho cuidado. Y que no son dos perras, sino mucho dinero.