Las olas volvieron a azotar ayer el litoral de San Andrés, pero lo hicieron con menos virulencia que este martes. Policía Local y personal de Protección Civil estaban preparados y desplegados en la zona, de forma que sobre las 14.40 horas se cortaron los cuatro carriles del pueblo y se desvió el tráfico por el interior.

Los servicios de limpieza, que también estaban preparados, limpiaron de forma rápida todas las piedras y material que arrastró la mar y que dejó sobre la avenida.

El agua no llegó en ningún momento a los comercios.

Por la tarde, se reabrieron de nuevo los carriles de salida, pero los equipos de emergencia permanecieron en alerta.

De nuevo, sobre las tres de la madrugada, Policía Local y Protección Civil se mantuvieron en alerta por la pleamar, ya que nos encontramos en aviso amarillo por fenómenos costeros, y se esperan grandes olas.