La plataforma que agrupa a los propietarios de las llamadas viviendas vacacionales -las que no se encuadran en alguna de las categorías reconocidas por ley- reta a la patronal hotelera de la provincia tinerfeña (Ashotel) a que acepte competir en el mercado del alojamiento turístico "en igualdad" de condiciones. Y es que según su vicepresidente y asesor legal, Javier Valentín, los hoteleros esgrimen el argumento de la competencia desleal en contra de la regulación de la actividad, "pero en realidad, se oponen a la competencia a secas, no quieren competencia de ningún tipo".

El desafío de la Asociación Canaria del Alquiler Vacacional (Ascav) es la respuesta a la fuerte contestación mostrada por Ashotel a la promesa del Gobierno regional de regular este tipo de alquileres, una situación que afecta a unas 53.000 familias en el Archipiélago, si bien Valentín pide tomar la cifra con "cautela" debido a la inexistencia de un registro oficial.

El presidente regional, Paulino Rivero, se reunió con la plataforma a principios de mes y anunció entonces que la comunidad regulará la actividad ejerciendo sus competencias en la materia.

La patronal "lamentó" el anuncio del Ejecutivo porque las viviendas vacacionales "no crean empleo" y, en muchos casos, la actividad se desarrolla "en el marco de la economía sumergida y amenaza los puestos de trabajo legalmente existentes" que, además, "esconde verdaderos negocios encubiertos que no pagan ningún tipo de impuesto".

Valentín afirma no entender el rechazo de Ashotel. "No afectamos su negocio y, de hecho, las viviendas vacacionales ya existen, pero los hoteleros no quieren compartir el pastel en Canarias", critica al afirmar que el cliente de las viviendas vacacionales tiene un perfil "completamente distinto" al que elige alojarse en un hotel.

Un mismo turista puede ser un año un candidato a quedarse en un hotel y, otro, en una vivienda vacacional, pero nunca buscará ambas cosas al mismo tiempo, son perfiles diferentes, explica Ascav, que también defiende que no compite contra los apartamentos ni las casas rurales.

Ashotel advirtió entonces de que "la gran mayoría" de esas viviendas "no reúne los estándares mínimos de calidad, seguridad y accesibilidad como para ofrecerse como alojamiento turístico, al tiempo que carece en muchos casos de permiso de las comunidades de propietarios de inmuebles residenciales en las que se ubican algunas, ni registros de hojas policiales".

Al respecto, la Ascav aclara que no está pidiendo que se puedan alquilar apartamentos en unidad de explotación -los que están en un complejo o edificio destinado al alquiler turístico a través de una empresa- o "zulos" mal dotados al margen de los controles. "Es lo contrario, es que se regulen estos alquileres para garantizar su calidad y poder competir en igualdad de condiciones".

La plataforma demanda, en definitiva, la regulación de las viviendas vacacionales en el marco de una economía de libre mercado. "Lo contrario, tal y como propone la patronal hotelera, sería limitar el derecho de elección del ciudadano y prohibir una actividad que no es ilegal", advierte Javier Valentín.

Mientras tanto, son alquileres urbanos

Las viviendas vacacionales son una realidad desde hace tiempo y, ante la falta de una respuesta dentro de la legalidad, los propietarios han tenido que recurrir a zonas grises del Derecho para encauzar su actividad.

Lo que define estos alquileres no es el tiempo por el que se pactan, sino la finalidad con la que se hacen. Valentín explica que si un extranjero se aloja en un piso dos meses para desarrollar un trabajo no convierte la vivienda en vacacional, pero si un canario alquila durante dos meses la misma casa para explorar una Isla que no es la suya, entonces sí se trata de un alquiler vacacional.

Dado que la competencia en la materia es de la comunidad autónoma y que no hay una regulación específica, los propietarios deben hacer los contratos en el marco de la ley de arrendamientos urbanos, que es subsidiaria. "Pero es que no hay otra de ámbito regional", explica.

Cabe recordar que esta misma semana el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, se mostró partidario de una "regulación clara" del uso turístico de las viviendas, pero sin que llegue a suponer una "competencia desleal" a lo que calificó de "pilar fundamental" del sector en alusión a los hoteles.

Aunque las posturas del ministro y del presidente regional coinciden en muy raras ocasiones, esta vez ambos defienden la demanda de la Ascav.

Soria elogió en esa ocasión la norma recién aprobada por la Comunidad de Madrid en esta materia, que fija una estancia mínima de cinco días para el uso turístico de una vivienda no habitual.

Y como sostiene la propia plataforma de las viviendas vacacionales en el Archipiélago, el ministro defendió que se trata de un segmento turístico "diferente" al que consume alojamientos hoteleros.