Diversos operarios, con una retroexcavadora y un camión, comenzaron a trabajar ayer en los terrenos en los que el Ayuntamiento de El Rosario había autorizado la instalación de una planta de biomasa, cuya actividad ordenó paralizar el pasado viernes el propio consistorio tras una denuncia vecinal.

Los trabajos se prolongaron durante buena parte del día y consistieron, al menos ayer, en mover grandes cantidades de tierra sin que, por el momento, se hayan retirado los restos de residuos vegetales que se habían acumulado durante días.

Por ello, diversos vecinos seguían a la expectativa y vigilantes con el avance de los trabajos, de cuyo comienzo había advertido el consistorio rosariero este lunes.

Como se recordará, el pasado 21 de agosto varios vecinos que residen cerca de la zona donde se iba a instalar la planta de compost comenzaron a recoger firmas para exigir al ayuntamiento que diera explicaciones sobre el asunto.

Cinco días más tarde, el día 26, los vecinos presentaron medio centenar de firmas y sendos escritos en el consistorio y en el Cabildo reclamando información.

Un día después, el 27, la Corporación insular aseguró que no había autorizado ni emitido ningún informe favorable para la instalación de la planta de biomasa -tal y como había asegurado el consistorio- y dejó en manos del Ayuntamiento de El Rosario el futuro de la instalación.

Y el día 28, la Corporación local confirmó el cierre de la planta, con el argumento de que el promotor de la actividad no había presentado "toda la documentación preceptiva" para su puesta en funcionamiento, solo siete días después de haber asegurado que la instalación situada junto al Camino de La Cañada contaba "con todos los permisos".

Junto a los vecinos también había denunciado la puesta en marcha de esta planta el portavoz de IR-Verdes, Escolástico Gil, quien no solo dijo que era "una aberración" sino que advirtió de los peligros que podía suponer.