"Locke" propone al espectador que sea copiloto del protagonista, que tiene que conducir 163 kilómetros en un trayecto en coche que nos va a llevar de Birmigham a Londres. Un viaje de 85 minutos, narrado en tiempo real, en el que solo existe un personaje y una localización (salvo el primer minuto y medio toda la acción transcurre en el interior de un automóvil).

La apuesta de Steven Knight es arriesgada. Un personaje que se enfrenta en solitario a su destino, en tiempo real, como Gary Cooper en el clásico "Solo ante el peligro" (1952), de Fred Zinnemann, que ¿casualmente? también tiene 85 minutos de minutaje. El cine en tiempo real no es algo muy habitual. Algunos de los títulos recientes más conocidos que han optado por esta atípica fórmula son "A la hora señalada" (1995) o "Run Lola Run" (1998). La diferencia es que en "Locke" no hay montaje frenético sino un estilo visual sobrio (breves panorámicas al principio y final, uso de espejos retrovisores, cámaras laterales y cámara frontal) que persigue que sean los diálogos, perfectamente hilvanados, los que cobren protagonismo.

Nuestro accidental piloto mantiene conversaciones hasta con once personajes a los que solo escuchamos: su mujer, sus dos hijos (a uno de ellos le pone voz Tom Holland, "Lo imposible"), su ocasional amante, su jefe, su subordinado... Supongo que debe de tener tarifa plana en su móvil de manos libres porque si no la factura será de órdago. Bromas aparte, el día que este capataz de la construcción tiene que supervisar el vertido de hormigón más importante de su carrera laboral, paradójicamente, los cimientos de su vida se tambalean por un error ocasional, que pretende subsanar. El largometraje plantea tres vías de conflicto, tres frentes abiertos en su vida personal y laboral, destacando el conflicto paternofilial, que es el que justifica la trama, y que lo lleva a limpiar el apellido que da título a la película.

El guionista de esa joya cinematográfica que es "Promesas del Este" (2007), dirigida por David Cronenberg, se pone por segunda vez tras la cámara (lo de "Redención", 2013, protagonizada por Jason Statham, lo vamos a pasar por alto) para contar esta singular y claustrofóbica historia rodada en ocho días, grabando diez tomas de cada escena, que se constituye en una "road movie" introspectiva.

Intachable el papel de Tom Hardy. 85 minutos en pantalla no los aguantan muchos intérpretes y Hardy supera la prueba con nota en su primer papel de enjundia. Hasta ahora lo habíamos visto en papeles secundarios en "Origen" (2010) o "El topo" (2011). La música minimalista de Dickon Hinchliffe y el empleo de juegos lumínicos dentro de la notable fotografía de Haris Zambarloukos terminan de rematar una cinta que interesará a los amantes de las buenas historias contadas de forma genuina.

Esta cinta británica, que participó en el Festival de Venecia 2013 (fuera de concurso), es una de esas películas que fascinan a la crítica y enrabietan al espectador estándar. Ni lo uno ni lo otro. "Locke" es un filme interesante, que no termina de enganchar como sí lo hacían "Enterrado" (2010), de Rodrigo Cortés, o "Gravity" (2013), de Alfonso Cuarón, en la que sus protagonistas se jugaban la vida.

Diez son los estrenos de la semana que viene. La película argentina "Betibú" propone un "thriller" policíaco en la línea de "El secreto de sus ojos". Los argentinos han demostrado últimamente que pueden hacer cine de género de calidad como han sido los casos recientes de "Séptimo" y "Fase 7". Por su parte, Richard Linklater, ofrece el experimento visual de "Boyhood", una drama rodado durante 12 años en el que plasma el paso del tiempo.

La coproducción británica-germano-estadounidense "El hombre más buscado" se adentra en el mundo del espionaje y terrorismo. Incluye uno de los últimos papeles del fenecido Philip Seymour Hoffman. A los que les interese sobremanera los temas de amenazas terroristas también pueden ver la inglesa "Circuito cerrado". Aquí es Eric Banna el reclamo actoral. Los que prefieran temas más cotidianos tienen la comedia "Ojalá estuvieras aquí", que está enfocada hacia los treinteañeros a los que les cuesta asumir responsabilidades.

La cinta española "Tres mentiras" narra el drama de tres casos de niños robados a principios de los 70. Nora Navas forma parte del reparto. Kristin Scott Thomas y Daniel Auteuil protagonizan el drama francés "Antes del frío invierno", en el que un sólido matrimonio se tambalea ante la aparición en escena de una joven de 20 años.

La también francesa "Mea culpa" prefiere hollar el territorio de la acción y el "thriller". Los amantes del documental pueden visionar "Gabor". Una muestra de cine dentro del cine. El director quiere rodar un filme sobre la ceguera en el altiplano boliviano y contrata a un responsable de fotografía invidente. La última opción es la comedia británica "Les doy un año". Si te gustó "Cuatro bodas y un funeral" esta es tu película. Sea cual sea su elección, no dejen de ir al cine.