Cinco meses después del incidente de tráfico protagonizado por la presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, la Audiencia Provincial ha ordenado que el caso se instruya como un delito de desobediencia a los agentes y no como una falta, como defendía un juzgado de Plaza de Castilla y la Fiscalía Superior de Madrid.

En contra de estas valoraciones previas, los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial dictaminan en un auto que los hechos "sí revisten provisionalmente caracteres de delito de desobediencia del artículo 556 del Código Penal".

Y añade: los hechos vendrían a suponer una desobediencia tenaz, contumaz y rebelde, decidida y determinante, representada por múltiples actos concretos de desobediencia" a los agentes de Movilidad y de la Policía Municipal.

Los jueces recuerdan que en la denuncia interpuesta por los agentes de movilidad ante la Policía se asegura que el 3 de abril, en la confluencia de las calles de Gran Vía y la plaza de Callao, Aguirre, que había estacionado mal su vehículo, les dijo: "¿Qué pasa? ¿Bronquita y denuncia? Venís por mí porque soy famosa. Tienes la placa. Denuncia al vehículo".

A continuación se marchó del lugar sin aportar toda la documentación que se le requirió, haciendo caso omiso a los agentes de movilidad que le dijeron que no podía irse, colisionando con una de sus motos y sin atender tampoco a las indicaciones de los policías municipales que la siguieron, según la denuncia.

Con su decisión, la Audiencia estima parcialmente el recurso de la acusación popular ejercida por Transparencia y Justicia contra la decisión del titular del juzgado de instrucción número 14 de Madrid, Carlos Valle, de tramitar el caso como un juicio de faltas.

De esta forma, el auto del tribunal madrileño devuelve el expediente a este juez, que tendrá que citar a Aguirre, tomarle declaración y hacer las diligencias correspondientes para determinar si los hechos son constitutivos de delito o falta, así como si la expresidenta regional es inocente o culpable.

Aunque la Audiencia no entra a valorar en modo alguno si los hechos están acreditados, sí opina que podrían suponer una desobediencia tenaz, contumaz y rebelde, decidida y determinante" a los agentes, acompañada de expresiones de "menosprecio" hacia ellos en el ejercicio de sus funciones.

Todo ello tiene la entidad suficiente, a juicio de los magistrados de la Audiencia, como para calificar provisionalmente la conducta de Aguirre como un delito de desobediencia previsto en el artículo 556 del Código Penal, agravado por haberse producido los hechos en la calle y en una zona muy concurrida, lo que implica una lesión en mayor grado de la dignidad de los agentes.

Pese a todo, la propia Aguirre ha aprovechado su cuenta de Twitter para asegurar que el auto no dice, "ni mucho menos", que el incidente sea un delito.

"El auto no dice, ni mucho menos, que el incidente del coche sea delito. Soy una ciudadana más que acude encantada a que el juez escuche la verdad", afirma el tuit que ha difundido la dirigente popular.

Mientras, la acusación popular que ejerce Transparencia y Justicia ha mostrado su satisfacción por la decisión de la Audiencia Provincial al considerar que con ella "se está aplicando la ley en sus justos términos" y se comprueba que el sistema judicial "funciona".

También satisfecho se ha manifestado la Confederación CSIT-Unión Profesional, el sindicato al que pertenecen los agentes de movilidad, que ha tachado de correcto el auto y ha considera que ahora podrá investigarse el suceso como uno más y despejarse cualquier "sombra de que pudiera haber algún tipo de favoritismo".

Los partidos de la oposición en el Parlamento de Madrid han coincidido en señalar que este hecho le afectará si tiene aspiraciones de regresar a la primera línea de la política.