Vecinos de la avenida Veinticinco de Julio se han quejado en reiteradas ocasiones de un problema que parecía puntual, pero que lleva cerca de dos meses causando molestias al vecindario.

En el número 16 de la citada vía hay un tubo que sobresale de la fachada y lanza humo (monóxido de carbono) a la calle, a la altura de la cabeza de los traseúntes. El humo proviene de un generador de electricidad que tienen instalado en el garaje, a raíz de un incendio que afectó al sistema eléctrico.

El 11 de agosto, la Gerencia de Urbanismo visitó el inmueble a raíz de las quejas recibidas. Una de las residentes en el inmueble de viviendas explicó que "de manera provisional" habían instalado "un generador de energía eléctrica, que ponen en funcionamiento dos veces al día".

Urbanismo ha emitido un informe en que les comunica que el importe aproximado de la instalación provisional del generador de energía eléctrica es de cerca de 1.300 euros y los trabajos necesarios del cuadro de contadores rondan los 4.000. El informe, de 12 de agosto, les daba un plazo de 48 horas para solicitar la "autorización provisional del generador" y de "una semana" para "aportar el parte de encargo" a un técnico de proyecto del "cuadro" y "un mes para realizar trabajos de mantenimiento".

Es decir, que del texto se desprende que la comunidad de vecinos había colocado el generador de energía sin la autorización pertinente de la Gerencia de Urbanismo. Los precios que aporta el informe son informativos y servirían de base para la factura de una ejecución subsidiaria, en el caso de que los vecinos hagan oídos sordos.

No obstante, parece que ya se están dando los pasos oportunos para solucionar la situación porque ayer mismo se estaban realizando trabajos en el inmueble.

Una vecina explicó a este periódico que ellos eran los más molestos con esta situación y que debíamos preguntar a Endesa.

Por su parte, Endesa informó de que ellos restablecerían el suministro de energía eléctrica al día siguiente de que les fuera entregado el boletín de la Consejería de Industria que certificara que la nueva instalación eléctrica se ajustaba a lo que exige la normativa vigente.

El proceso es que una vez presentado el boletín, Endesa manda un técnico que "inspecciona y sella la instalación para que no se pueda manipular" y, acto seguido, conecta de nuevo la electricidad, explicaron desde la compañía.

Por su parte, algunos vecinos han puesto quejas en la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones y también en la Gerencia de Urbanismo. En un escrito del 18 de agosto, una residente en la zona aseguraba que los gases que salían del tubo le estaban causando "malestar físico y cefaleas".

Al cierre de esta edición, vecinos de la Avenida Veinticinco de Julio informaron a este periódico de que el tubo había sido retirado de la fachada del edificio.