No tiene claro cuál de los dos oficios que ejerce está más dañado por una crisis que no quiere marcharse sin generar más destrozos. Compositora, cantante y periodista, Rita Tavarez está de vuelta en Tenerife, isla en la que residió durante casi 11 años, para participar en el concierto "De Canarias al mundo", el espectáculo musical que esta noche, a las 20:00 horas, se pone en escena en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife para homenajear a José Pedro Pérez. "Ha sido el músico más importante que ha existido en Canarias", asegura la creadora brasileña, y destaca: "José Pedro fue mi ángel de la guarda los años que viví en Tenerife".

Y llegó el día... El concierto de hoy es el broche de oro a unas jornadas de encuentros y emociones contenidas, ¿no?

Era un ser muy especial; una persona buena y un creador fantástico. Jamás he visto que alguien pudiera generar tantas reacciones positivas... Ya se merecía algo así en vida porque probablemente haya sido el músico más importante que ha existido en Canarias. Estoy convencida de que José Pedro debía cumplir la misión tan formidable que desarrolló durante años.

¿Hasta qué punto ha influido esa amistad en su carrera?

Él fue la primera persona ligada al mundo de la música que me encontré cuando llegué a la Isla; un ser bueno que Dios puso en mi camino. Fue mi ángel de la guarda los años que viví en Tenerife. Fue quien me montó la banda y todo lo que me pasó aquí -colaboraciones musicales, conciertos, amistades- llegó gracias a él.

¿Era el músico que todos sueñan ser?

Nunca tuvo miedo a equivocarse porque el riesgo formaba parte de su identidad como artista. Odiaba ser protagonista y esa simplicidad la transmitía a la hora de crear. Era capaz de hacer muy sencillo lo que era extremadamente complejo. José Pedro creaba algo y se quedaba dentro de ella, no salía fuera para que el resto de las personas vieran que eso había sido posible gracias a él: era el que producía esa magia, pero sin ser la estrella.

De todo ese aprendizaje, ¿qué es lo que queda en su música?

Esa es una cuestión difícil de responder porque hay muchas cosas que él me enseñó a mejorar. Su disponibilidad para atender a los compañeros era enorme, aunque yo tenía una ligera ventaja porque a José Pedro le encantaba la música brasileña... No resulta fácil explicar de qué manera sigue presente en lo que hago porque él era un músico muy versátil que sabía buscar bastante bien los ritmos; los perseguía hasta que lograba encajarlos en su espacio. Absorbía ritmos de muchos lugares y los movía de un lado a otro con brillantez.

¿Le sorprendió hallar en Tenerife esa gran atracción hacia los ritmos brasileños?

Al principio no entendía cómo en un lugar tan pequeño podía haber tanta gente a la que le gustara la música brasileña. Me llamó la atención encontrar músicos con una buena base y esa es una ventaja a la hora de asimilar otros ritmos, al margen de las notables influencias que hay entre Canarias y Sudamérica.

¿La guitarra es el mejor "aliada" de Rita Tavarez?

Esta es una guitarra de acompañamiento. Yo no soy una instrumentista profesional. Ni siquiera me atrevería a tocar en otra banda que no fuera la mía... Ella es mi compañera de escenarios y en los ratos de composición. Eso, escribir música, es algo que me obligó a recuperar José Pedro porque yo en Brasil escribía canciones, pero en un momento dado dejé de hacerlo y fue él quien más se empeñó en que tenía que continuar componiendo. Al planificar "Arrebenta" la idea era hacer un disco de versiones, pero al final el 60% de los temas fueron propios -en los primeros conciertos la artista nacida en Bahía estuvo acompañada por los músicos Nando de Oleza (guitarra), Agustín Carló (bajo), Alfredo Llanos (batería) y José Pedro Pérez (percusión)- por culpa de su insistencia. A ese disco le pusimos mucho corazón y no habría sido posible sin estas colaboraciones. Sin ellos yo habría hecho alguna cosita, pero no ese trabajo. Todavía me cuesta pensar que se ha ido y muchas veces tengo la impresión de que en algún momento me lo voy a encontrar en una calle de Tenerife. Ese es el recuerdo más fuerte que tengo de la amistad que se creó entre nosotros.

Cambiando de tema; ¿qué está más difícil, ejercer como periodista o tratar de ganarse la vida con la música?

Ambas están muy complicadas (ríe). Además, en Brasil tenemos un problema que está asociado con la masificación de profesionales de la comunicación. Creo que al periodismo de hoy le falta ilusión, mucha vocación y más investigación. No existe ni el romanticismo ni el espíritu de denuncia que sí que se percibía en el pasado.

¿La sociedad de la información está en crisis?

Una de las cuestiones que debe solucionar el periodismo tiene que ver con el contenido de las informaciones: una cosa buena por lo general no se divulga, mientras que una noticia negativa se vende sola. También es verdad que a nosotros nos gusta el morbo, la sangre, ver qué cosas malas han pasado alrededor del mundo... Habría que realizar un esfuerzo para elogiar lo que se hace bien y denunciar lo que no se hace. El pesimismo no es bueno para la sociedad porque tener la cabeza llena de cosas negativas acaba por hundir a la gente.

¿Y a nivel musical, cuáles van a ser sus siguientes pasos?

José Pedro y yo teníamos un plan para hacer un álbum con influencias canarias y brasileñas. Compartíamos muchas vivencias a través de las redes sociales, pero en el momento en el que se conoció esta mala noticia se paró todo... No tenía las fuerzas necesarias para seguir adelante yo sola. Tengo material para grabar dos discos -conforman el programa "Canciones que el amor me ha rendido"-, pero aún no sé qué es lo va a pasar con ellas. Son letras que compuse en momentos de amor, decepción, felicidad... Ese es un espectáculo que yo hago en Brasil y en el que las personas interactúan mucho con la cantante. Sé que sin José Pedro va a resultar más complicado, pero sería genial que ese proyecto se pudiera desarrollar en Tenerife.

¿Habrá que organizar una buena "fiesta" en el Auditorio?

Intentaremos contagiarnos de su alegría... José Pedro, además del riesgo creativo, de lo mucho que trabajaba, de la buena persona que era, tenía lo que aquí llaman el humor canario. No sabría explicar muy bien cómo funciona, pero es algo que transmite inteligencia con una frase, un gesto o una mirada. En eso también era muy bueno. Queremos darle el mejor concierto que podamos, pero las emociones no se pueden retener porque aún tengo la sensación de que está con nosotros. Ese es el sentimiento generalizado que se percibe estos días.