Se equivoca el que piense que el tranvía ha traído desarrollo allá por donde pasa. Y el que tenga dudas sobre ello, los vecinos de San Jerónimo, en Taco, están dispuestos a aclarárselas.

Consideran los residentes en esta zona que la línea 2 del tranvía, que atraviesa la avenida principal, solo ha traído problemas, pues a la eliminación de los aparcamientos en un barrio en el que predominan las viviendas de autoconstrucción se suma también la poca "operatividad" de este medio de transporte.

Así lo aseguran desde la asociación de vecinos San Jerónimo, cuya presidenta, María Dolores Rodríguez, afirma que este tramo del recorrido del tranvía no ha traído "beneficio alguno" a esta parte de La Laguna. "Generó un lavado de cara en la avenida, pero en las calles paralelas no", precisa.

"Por haber, todavía existen casas con desperfectos por las obras del tren ligero que aún no se han arreglado", añade Rodríguez, que se refiere también a la debilidad de lo que pretendían que se convirtiera en la gran zona comercial de Canarias.

Del malestar vecinal con esta infraestructura ha quedado constancia en varias reuniones con el gerente de Metropolitano, Andrés Muñoz, del que, por cierto, critican su actitud. Por ello han pedido la mediación del ayuntamiento para, entre otras cosas, solicitar que haya dos líneas directas del tranvía, una hacia Santa Cruz y otra a La Laguna.

Según denuncian, para cualquier desplazamiento directo a uno de estos dos puntos tienen que hacer transbordo, con el consiguiente aumento del coste del viaje. "Sufrimos las instalaciones del tranvía, pero no les hables de bajar las tarifas", enfatizan los vecinos.

Además, han solicitado que se busque la manera de hacer un carril de emergencias -las alternativas que han presentado no han sido aceptadas-, porque, en ocasiones, las ambulancias que acuden a los dos grandes hospitales del área metropolitana por la avenida pasan varios minutos atascadas sin salida alternativa. "El trazado que se hizo no fue el más idóneo", inciden los vecinos.

El otro caballo de batalla de la asociación San Jerónimo tiene que ver con el cableado de las fachadas. Al igual que ocurre en otros barrios, algunas viviendas sufren un "decorado" forzoso. En este sentido, desde el colectivo vecinal pretenden afrontar el problema "en positivo" tratando de concienciar a las empresas de que el soterramiento es la mejor solución.

Y como en otras zonas de La Laguna, las instalaciones deportivas son también otro pilar básico que demanda la asociación, creada el pasado año. En este caso tiene que ver con la cancha del antiguo Filial (colegio público), ahora convertida en socorrido aparcamiento, pero que la asociación tiene el compromiso municipal de que se transformará en una zona deportiva y de ocio infantil para el barrio.

Precisamente, y también debido a la escasez de zonas de esparcimiento público en la parte alta de la avenida -en la parte de abajo está el macroproyecto El Polvorín-, la asociación de vecinos ha solicitado al consistorio la construcción de un parque en el poco suelo público que hay en el barrio, en un solar cercano a la antigua calera y a la casa de los Arrocha.

Según indican desde la asociación de vecinos, el ayuntamiento consideró inviable la permuta de ese solar por la vivienda de la mencionada familia, una de las primeras que se construyeron en la zona y que querían que tuviera un uso cultural.

Y otras de las demandas que no han visto cumplidas los vecinos tiene que ver con una infraestructura que ya forma parte del patrimonio industrial, como también lo es la azufrera: la antigua calera (horno de cal). La asociación suspira por que el inmueble, de propiedad privada y en muymal estado de conservación, pase a formar parte del patrimonio municipal y pueda ser usado por el barrio.

Y otro de los proyectos, este más cercano de llevarse a cabo, tiene que ver con la plaza de San Jerónimo. En estos momentos, la iniciativa para remodelar el recinto está en estudio en el ayuntamiento. "Sabemos que están trabajando en ello", asegura Dolores Rodríguez, quien recuerda que en las últimas lluvias hubo que romper los bajantes porque no asumieron toda el agua que cayó y se generaron humedades.

Y junto a la plaza se localiza otras de las demandas: el asfaltado de la calle Bincheni. Dicen los vecinos que "por error", la contrata renovó a finales de 2013 el piche de la parte de la vía que mejor estaba y dejó como estaba la que de verdad requería la mejora. "Estamos insistiendo en ello. Van a volver las lluvias y sigue sin acabarse la obra", advierte la presidenta.

Dolores Rodríguez también hace hincapié en otra queja habitual en algunos barrios: la falta de actividad cultural. A su juicio, muchos grupos lamentan que actúan más fuera que dentro del municipio. "A los barrios solo mandan pequeños actos", denuncia la dirigente vecinal, quien concluye que esto motiva que haya poca participación de la gente en la vida cultura del municipio.