Juan Antonio Orenga, entrenador de la selección española, restó importancia a la "pequeña lesión de Pau Gasol", aclaró que los "asuntos personales de Marc" no le impedirán jugar contra Francia en cuartos de final y resaltó que "estos partidos, ni cojo ni manco te los quieres perder".

"Nos jugamos mucho y la ilusión, de todos, es tremenda. Ni cojo ni manco te quieres perder estos partidos", dijo Orenga.

Tras comentar que Marc Gasol volverá "lo más rápido posible", el seleccionador habló de la lesión de Pau.

"Está mejor. Ayer estuvo en tratamiento y haciendo cosas. Hoy esperemos que esté mejor y que mañana esté casi al cien por cien. Jugará con alguna molestia, como casi todos a estas alturas, pero no hay riesgo de que empeore", subrayó.

"Pau tiene molestias en un adductor, pero está mucho mejor que hace dos días. No jugar estos tres días nos ha venido bien para poder recuperarle", añadió.

"En este partido empezamos de cero. Respetamos a Francia mucho porque tiene grandísimos jugadores, independientemente de las ausencias de Tony Parker, Joakim Noah, Alexis Ajinça y Nando de Colo. Juegan bien, el año pasado fueron campeones de Europa y en el partido de Granada tardamos en romper el partido. Nuestro planteamiento será defensa intensa, agresiva y con mucho respeto", adelantó el seleccionador español.

La dureza defensiva fue uno de los planteamientos de Francia en el partido de la primera fase.

"Corren dos riesgos, que se queden sin jugadores o que les piten antideportivas si cortan nuestros contraataques de manera muy clara. Estamos preparados para jugar de todas las maneras posibles, por dentro, por fuera, rápido, más controlado, con dureza o sin ella", explicó Orenga.

Hasta ahora la selección española ha jugado y ganado todos los partidos con cierta brillantez, así que el técnico mostró su satisfacción.

"El balance hasta ahora es positivo. Hemos ganado con solvencia, repartiendo los minutos y estamos todos sanos. El juego ha ido creciendo y ahora tenemos un buen equilibrio entre los interiores y los exteriores. Tenemos que seguir incrementando nuestro poder defensivo y mejorar en ataque sin renunciar a correr", observó.

Por poner algún fallo a su equipo, alguna vez se ha echado de menos un mayor acierto en los lanzamientos exteriores.

"Estoy convencido de que cuando necesitemos un mayor porcentaje de acierto en el tiro, lo tendremos. Hemos roto algunos partidos gracias a rachas de tiro y no estoy en absoluto preocupado por esto", reconoció Orenga.

Repetir contra un rival al que se le ha ganado hace una semana siempre es complicado y al técnico se le preguntó si podría haber algo nuevo por alguna de las dos partes.

"A estas alturas de campeonato pocas cosas hemos podido guardar. Con Francia, además, hemos tenido muchos enfrentamientos en los últimos años y nos conocemos perfectamente. Pero siempre hay algo. Siempre intentamos anticipar alguna cosa para intentar responder a cualquier planteamiento", comentó.

El desenlace del campeonato del mundo cada vez está más cerca y la presión aumenta.

"La presión la llevamos encima desde que acabó el Europeo del año pasado, pero no es una presión que nos atenace, al contrario, la transformamos en energía positiva y en ilusión", declaró.

"Mi generación no solía jugar tantos partidos de esta envergadura, pero esta generación está acostumbrada a jugar esta clase de partidos y a ganarlos. Estos jugadores son muy grandes, muy buenos. Estamos intentando alargar su concurso lo máximo posible", apuntó Orenga.

En este sentido, descartó que este campeonato fuera el último para algunos jugadores españoles.

"Esta claro que hay jugadores veteranos, pero Pau acaba de firmar un contrato de tres años en la NBA, Calderón también tiene tres años más. A este equipo le queda mucho recorrido", refrendó.

En cuanto a la petición de minutos por parte de algunos jugadores, el seleccionador español fue claro.

"No tenemos noventa minutos como en el fútbol, sólo tenemos cuarenta. Todavía quedan partidos y en cada uno habrá momentos para todos. Sé que todos responderán cuando les necesitemos", concluyó Juan Antonio Orenga.