España criticó ayer que el grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre desapariciones forzosas o involuntarias haya investigado sobre hechos ocurridos durante la Guerra Civil española, es decir antes de la creación de la ONU, en 1945.

Ayer se presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el informe del Grupo de Trabajo sobre desapariciones forzadas o involuntarias en el que se hace mención al caso de España, y a las exacciones cometidas durante la guerra civil y la dictadura franquista.

El presidente del grupo, Ariel Dulitzky, reiteró en la sala lo que ya había escrito en el informe: destacar lo avanzado, pero solicitar más acción y compromiso.

"Desde el retorno a la democracia, se han dado pasos importantes aunque tímidos para asegurar la verdad, la justicia, la reparación y la memoria frente a las desapariciones forzadas cometidas durante la Guerra Civil y la dictadura", dijo.

"Sin embargo, el grupo de trabajo considera que el Estado español debe asumir su responsabilidad y un rol de liderazgo para asegurar que estas iniciativas son parte de una política de Estado comprensiva, coherente, permanente, cooperativa y colaborativa", afirmó.

En su turno de respuesta, la embajadora española ante la ONU en Ginebra, Ana María Menéndez, criticó "el excesivo ámbito competencial con el que el grupo de trabajo ha desarrollado su informe, tanto desde el punto de vista material como temporal".

"No es correcto que el grupo de trabajo se atribuya una competencia para el examen de los hechos del pasado que incluyen aquellos que han tenido lugar antes de la propia existencia de las Naciones Unidas", señaló la embajadora.

"Es especialmente sorprendente, dado que de hecho el propio Grupo ha mantenido esa posición cuando no ha admitido comunicaciones individuales iniciadas antes de 1945", aseguró.