"Las mujeres nos fijamos más en ciertos detalles para la creación de ambientes", dice Pilar Escalona cuando reflexiona sobre cómo viven los viajes las mujeres y, especialmente las mujeres escritoras que incluyen sus viajes en sus obras, y detalla: "El colorido, en los trajes y en la naturaleza; la luz... cómo impacta en las mezquitas o en el río... -en referencia a su viaje a Turquía, presente en su novela "El envío turco"-, los olores, las especias, la comida, la forma de actuar, la gente que te encuentras en la calle..." -continúa enumerando- "...Son detalles que a veces a los hombres se les pasan por alto".

La mirada de la mujer es distinta, por tanto, y su sensibilidad diferenciada hace que la experiencia del viaje y también la del relato mantengan una particularidad. Por eso está Pilar Escalona este año en segunda edición del Festival Periplo, en "Nada que declarar. Mujer viajando sola", la sección que aprovecha el título de la estadounidense Mary Morris para nombrar el espacio que pone su punto de mira en estas experiencias singulares de las mujeres. Escalona reflexiona sobre todo esto en una entrevista pública con Emilia Vié mañana, a partir de las 20:15 horas, en la carpa del Museo Arqueológico de Puerto de la Cruz, uno de los puntos neurálgicos en el perímetro del festival.

El agua, la luz, los olores, los ambientes, miradas, vestidos... "todo eso es lo que yo reflejo en las novelas, aunque son novelas policiacas, pero todas ocurren en viajes", detalla la escritora, nacida en Logroño y residente en Tenerife.

Licenciada en Historia y traductora e intérprete de alemán, Escalona tiene en realidad un currículum profesional muy diverso y enriquecedor, con experiencias que le permiten conocer el mundo del delito y el crimen y que han llevado a su desbordante imaginación a escribir novelas policiacas, protagonizadas por un guardia civil, el capitán Perdoma, protagonista de sus cuatro novelas, dos editadas y dos a la espera de pasar por la imprenta.

El argumento policial hace de sus relatos una aventura en la que Escalona evita las radiografías sociales y las a veces apesadumbradas visiones de la novela negra; sus obras son "de entretenimiento, para un público amplio", aclara. Porque le gusta devorar eso como lectora y porque ahora le sale como un torrente desbordado una vez que la vida laboral se tomó un descanso. Como lectora, Escalona disfruta con autores como Alexis Ravelo, Javier Hernández, Petros Márkaris, pero su capitán Perdoma tiene poco en común con los personajes de estos autores... "es más simpático, le gustan los tenderetes y disfrutar de la vida y la amistad", señala.

"Todas mis novelas, todas se basan en viajes... porque los viajes inspiran mucho, hacen volar la imaginación", explica. Las cuatro, en realidad, se desarrollan también en Canarias: comparten el escenario insular y el de la exploración. Incluso, su novela El secreto de Taganana ha sido descrita como una novela de viajes, porque se trata de un viaje de conocimiento por la isla.