Ha presentado un millar de preguntas como senador durante esta legislatura y no esconde su pasión y confianza en que la Cámara Alta "se haga respetar" en el futuro como órgano de lectura única de todo lo relativo a las comunidades. No obstante, en las siguientes líneas, el exconsejero insular, exportavoz socialista en Santa Cruz y médico de profesión, José Vicente González Bethencourt, ahonda en los motivos que han hecho que el PSOE viva el peor momento de su historia en democracia, si bien considera que ya han superado lo más duro por cómo han elegido a su nuevo secretario general. También analiza fenómenos como el de Podemos y, aunque resalta los resultados del pacto entre CC y PSC, cree que la Consejería regional de Sanidad lo está haciendo francamente mal por no terminar los hospitales del Norte y Sur de Tenerife y por cómo trata a los profesionales de la salud.

¿El actual está siendo el gobierno más conservador de la historia de España?

De la democracia, sí. Prueba de ello son los recortes y la regresión en derechos.

¿También en Europa?

De hecho, uno de los proyectos que debe afrontar el PSOE es diferenciarse claramente del PP y de la derecha europea.

¿Eso no ocurría?

Creo que esa diferenciación es ahora más necesaria que nunca porque los ciudadanos demandan del PSOE posiciones muy claras en cuestiones como el paro y la corrupción. Tenemos que dar respuestas no tecnocráticas y sí muy claras para que nos vean otra vez como el referente de la izquierda y diferente del PP.

Pero se lo dejaron fácil al PP para que les achaque el paro y su corrupción...

Por eso, uno de nuestros retos más importantes es que haya una posición clara que convenza a los que siempre nos han votado.

¿Ha perdido el PSOE su lugar en la izquierda?

Ha perdido parte y debemos tratar de lograr que nos vuelvan a creer las clases trabajadores, las clases medias, los autónomos, las personas excluidas y las que están en precario, que ya nos votaron en masa en 1982 y que hemos ido perdiendo poco a poco.

¿Es el peor momento del PSOE?¿Pueden convertirse en tercera fuerza?

Ahora mismo no porque tenemos una nueva dirección. En los últimos años, uno de nuestros grandes problemas ha sido el distanciamiento de los militantes y la dirección del partido. Los afiliados, incluso, desconfiaban de lo que se llama aparato. Sin embargo, la voz que se le ha dado ahora a los militantes para elegir al secretario general por primera vez hará que se recupere ese apoyo, que es fundamental.

Dice que han perdido buena parte de respaldo del 82; sin embargo, en 2008 hubo una total bipolarización y mucha gente muy de izquierdas les votó para evitar al PP... ¿No fue clave la gestión de la crisis de Zapatero?

Desde el 82, vinieron 10 años de buenos gobiernos salpicados de algunos problemas que también nos hicieron perder votos. Luego, una candidatura de Almunia que no fue entendida por no haber sido elegido por los militantes y, con Zapatero, se avanzó mucho en derechos, libertades e igualdad entre el hombre y la mujer, pero también hubo errores que los pagamos y hemos terminado de pagar en las últimas Europeas porque, por fortuna, el partido ha reaccionado y ha contado con los militantes.

¿El principal error de Zapatero fue ocultar la crisis o le sobrevino y le superó?

Yo fui senador en su primera legislatura y la crisis no se veía en aquel momento. Había algún desajuste, pero arrecia en su segundo mandato. Sí pienso que se debió informar más, pero no lo hizo para no alarmar y por la amenaza de intervención europea.

¿Fenómenos como el de Podemos no se deben a mayo de 2010? ¿Debió Zapatero decir no a la troika, a Merkel, Obama... y cumplir su programa?

Hizo lo que pudo hacer.

¿Entiende lo de Podemos?

Es fruto de una indignación en unos sectores de la sociedad. Creo que hay cierta demagogia y soluciones no realistas a los problemas, por lo que espero que no confundan a nuestros electores o de otras fuerzas de izquierdas que les han apoyado.

Hay encuestas que los ponen a la par con el PSOE. Si tuviera 20 años, ¿les votaría?

No, votaría al PSOE.

Pero, ¿no comprende que los jóvenes no crean en la socialdemocracia por lo que ha pasado aquí y en otros sitios, como ahora en Francia?

Por eso, otro de nuestros retos es dar soluciones a una nueva generación, a la que hay que escuchar y entender.

¿Pactaría con Podemos?

No podemos hablar de hipótesis. Ya se verá tras las elecciones, pero somos un partido con vocación de ganar y gobernar.

Para esos retos, ¿Pedro Sánchez es la mejor solución?

No solo es la solución, sino la esperanza.

¿El PSOE canario necesita también un cambio? ¿Apuesta por Matos?

De momento, el primero que dijo que tiene intención de presentarse es Matos...

¿Y usted le apoya?

Me merece todo el respeto, sobre todo por el gesto de valentía por presentarse. Me parece un excelente compañero; ahora bien, en las últimas horas ha trascendido que Carolina Darias y Patricia Hernández también se quieren presentar y me parecen, a su vez, grandes candidatas.

¿Necesitan cambiar y un nuevo líder en Canarias?

Necesitamos un cambio y una adaptación a la realidad actual.

¿Pérez no lo representa?

No he dicho eso. Al contrario, él representa al PSC y está también, con Javier Abreu, en la Ejecutiva Federal.

Si dependiera de usted, ¿qué haría con los socialistas palmeros o los de Tacoronte?

Esa es una de nuestras asignaturas pendientes y se lo dije a Pedro Sánchez antes de presentar su candidatura, a la que avalé y voté. Me preguntó por Canarias y le trasladé la preocupación por las gestoras, que le han hecho mucho daño al partido, no son la solución y desencantan a los militantes. Esas gestoras hay que resolverlas cuanto antes.

¿El pacto lógico ahora para el PSOE en Canarias es CC?

No hay pacto lógico hasta que se vean los resultados de las elecciones, aunque, para esta legislatura, sí ha sido el mejor acuerdo. Eso sí, puede continuar o no.

¿Se han hecho políticas progresistas?

Por supuesto, sobre todo en nuestras consejerías, aunque no valoro igual algunas de CC, como la de Sanidad, que creo que necesitaba una mayor defensa de los profesionales y de la sanidad pública. No es de recibo que aún no hayan comenzado a funcionar los hospitales del Norte y del Sur de Tenerife.

Pero aquí no ha habido manifestaciones de batas verdes, blancas...

Porque el canario es más tranquilo.

¿Ha habido los mismos motivos para la protesta que en Madrid?

No, ya que el proyecto de privatización de seis hospitales en Madrid fue gravísimo. Era un atentado contra la sanidad pública, ya que los hospitales se hacen con dinero público y, luego, la gestión se le da a empresas como puro negocio. Eso es intolerable. Afortunadamente, la justicia lo echó para atrás y el presidente madrileño tuvo que rectificar. Aquí no se ha dado, pero sí es verdad que ese modelo nuevo de gestión clínica amenaza con privatizar servicios y eso me parece gravísimo.

¿Y quién sería mejor para pactar con el PSOE?

Digo lo mismo, aunque el pacto con Rivero ha funcionado bien e igual con Clavijo en La Laguna.

¿Estará en algún cartel en mayo próximo?

No, estaré en el Senado apoyando todas las candidaturas. Estoy muy ilusionado con la reforma del Senado, que debe seguir existiendo y, para eso, ha de ser una cámara de única lectura de todo lo relacionado con las comunidades autónomas, respetándolo luego el Congreso lo que se diga en el Senado. El PP y el PSOE han de pactar esto, pues la Constitución lo contempla y no se requiere grandes cambios. Con esto, con más poder, se respetará al Senado. Asuntos como el catalán se deberían resolver aquí.

¿Quién debe ser el candidato del PSOE al Cabildo y Santa Cruz: Abreu, Martín...?

Lo decidirán los militantes, pero sí digo que la labor de ambos está siendo muy buena.

¿Qué destacaría de su labor en el Senado?

He hecho unas mil preguntas escritas. Lo que más trascendencia ha tenido fue la pregunta a la ministra de Fomento sobre cuándo se construiría el dique de contención de San Andrés. Esta pregunta desbloqueó el proyecto, pues se comprometió a llevarlo al próximo consejo de ministros. También destaco mi intervención sobre la construcción del túnel de Erjos. Lamentablemente, el PP no lo apoyó en el Senado, aunque, curiosamente, al día siguiente el PP planteó en el Cabildo que lo financiara la Comunidad. Lo he vuelto a proponer y espero lograr el consenso, incluso con apoyo de la UE, pues 380 millones, quizás, son elevados para el Estado por sí solo.