Las nuevas oficinas de atención ciudadana del parque La Granja abrieron ayer sus puertas. La que fuera discoteca Ku se ha revelado como un lugar céntrico, accesible y cómodo para el ciudadano. En él, cerca de 60 trabajadores municipales estaban ayer tomando posesión de sus nuevas mesas, sillas e instalaciones, para atender a los chicharreros. "Queremos dar mejor servicio a la ciudadanía", explica Isabel Mena, una de las trabajadoras de la oficina de atención al ciudadano.

Además, los propios funcionarios han ganado también "calidad laboral", ya que disponen de oficinas más espaciosas y aire acondicionado centralizado, mientras que en la sede de la calle Antequera los meses de calor se hacían largos para usuarios y trabajadores.

En las dependencias de La Granja hay 17 puntos de atención ciudadana, de los que dos son de la OMIC, 6 para impuestos y el resto de registro y atención general.

Los ordenanzas son los encargados de dar los números o indicar la opción a marcar para sacar los números para las diferentes colas en las máquinas. Además, cuentan con una sala más pequeña que será la que habilitarán cuando abran los sábados, que son jornadas de menos demanda. "Se abre sólo el registro y dos puntos de atención ciudadana", explican.

El local está adaptado para personas de movilidad reducida y también albergan las dependencias de la oficina de Distrito de Salud-La Salle.

El edificio cuenta con una superficie construida de casi 2.000 metros cuadrados, tiene una geometría hexagonal y se desarrolla en tres plantas (sótano, acceso y alta), con diferentes niveles. El espacio central está coronado por una cúpula ciega, que alcanza una altura de 7,7 metros. El Ayuntamiento se ha gastado 590.000 euros en rehabilitar este espacio y adaptarlo a la ciudadanía.

Alrededor de 200 personas pasaron ayer por le instalación, entre los que estaban Verónica Martí y Sergio Conde, que llevan una semana en Santa Cruz de Tenerife. Así, estas oficinas "les pillan de nuevas". Llegaron a conocer las de Antequera el último día, cuando quedaban pocos trabajadores y estas nuevas instalaciones les gustan más. La pareja procedente de Barcelona estaba ayer empadronándose.

William Pérez, que quería ayer realizar un cambio de dirección, estaba conforme con el cambio. "Yo creo que la atención será más rápida y centralizada", dijo. Además, mencionó que le parecía que hacía "menos calor que en la sede de Antequera y que estaba más ventilada y era más acogedora".

Así, las oficinas de La Granja se han convertido en un regalo de vuelta al cole para usuarios y trabajadores municipales.