Las canchas de Tío Pino son el ojito derecho de los vecinos, pero reconocen que no están tan limpias como deberían. Así lo explicó a este periódico Carmen González, presidenta de la Asociación de Vecinos Drago-Tío Pino. "Van limpiando a su ritmo", especificó.

A pesar de que una de las porterías se ha roto hace poco o de las grietas que presentan las canchas, a González la preocupan más otras zonas de recreo que tampoco brillan por su limpieza. Se refiere al parque infantil. "Se ha convertido en un parque para perros sin serlo", explica, en referencia a que los canes hacen ahí sus necesidades.

Por este motivo, Drago-Tío Pino ha pedido en reiteradas ocasiones al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que haga "un parque para perros pegado". "Eso o pone una pareja de policías locales a multar", explica como alternativas.

González opina que para hacer este parque habría que invertir poco más que en una valla de separación y "arreglar los terrenos, pegados al barranco, un fisco".

Tampoco el estado del parquito de la entrada a las cancha brilla por su limpieza y pulcritud. "Iban a poner un campo de petanca, pero ni quitan los bancos ni hacen el campo", explicó.

Sobre las canchas, explica que los vecinos han conseguido "bajo presión que más o menos se mantengan". Esto no ha evitado que un portería rota permaneciera así durante semanas o que la suciedad se amontone por algún rincón.

Manolo Padilla, vecino de la zona, reconoció que de 6 a 8 de la mañana y también por las tardes, a partir de las 17.00 horas, las canchas "tienen una actividad tremenda". "Los sábados y domingos están completamente llenas". En este sentido, opinó que se podría aprovechar más si el consistorio pusiera "unos vestuarios" o hubiera "unos servicios permanentes".

Por otro lado, Daniel Cáceres, que reside en Radazul pero se desplaza hasta las canchas para poder jugar, opinó que la instalación estaba en buen estado. "Puede haber algún papel en el suelo, pero se puede jugar. Al menos no hay cacas de perro, como en otras", dijo.

En su opinión, "debería haber más canchas en mejores condiciones" para que los que quisieran practicar deportes con sus hijos puedan hacerlo.

Con alguna grieta, problemas de limpieza o la portería rota, Tío Pino disfruta y está orgulloso de sus canchas. Sólo piden un poco más de limpieza, sobre todo los lunes, y un parque para llevar a sus perros.