El artista tinerfeño Manolo Sánchez (Santa Cruz, 1930) es el autor de una peculiar exposición que dedica a Tegueste, villa a la que está vinculado a través de su obra desde los años 50 del siglo pasado, municipio en el que veraneó en algunas ocasiones.

Este prestigioso pintor presenta una colección integrada por ciento once obras, entre dibujos, acuarelas y bocetos, algunas de ellas datan de 1954, bajo el título "Tegueste con Manolo Sánchez", que se desarrolla en la sala de exposiciones Prebendado Pacheco, hasta el próximo 10 de octubre.

La selección realizada por Sánchez, muestra que le encargó el alcalde de la localidad, abarca distintos motivos que "retratan" con la peculiar precisión de su plumilla paisajes, rincones, personajes populares, escenas de lucha canaria, bodegas, detalles de fiestas folclóricas, edificios y dibujos de etiquetas de vinos producidos en la comarca, además de la portada de un disco que dibujó para el grupo Los Reyes del Portezuelo, entre otros elementos, algunos de ellos desaparecidos actualmente de la realidad.

"Casi puedo decir que empecé a pintar en Tegueste y esta colección abarca más de sesenta años de dibujos. Veraneaba alguna vez allí y ya desde niño pasaba caminando por Tegueste. Había una finca a la que íbamos en burro en aquella época", recuerda con añoranza este artista que revolucionó la acuarela experimental en la Isla con Raúl Tabares, con el que hizo una exposición en 1966 en el Ateneo de La Laguna. Aquella muestra, periodo en el que también destacó Juan Galarza, rompió un poco los cánones imperantes en aquellos tiempos, el realismo colorista de Bonnín.

Son ya muchos los años dedicados al dibujo y a la acuarela, en los que su obra ha evolucionado, aunque siempre se ha mostrado suelto en su trazos y pinceladas. "Siempre he ido hacia la simplificación y siempre he dicho que el cuadro yo lo aboceto. No lo termino mucho, porque sería demasiado fotográfico y siempre he dicho que es el espectador quien debe terminar el cuadro".

La colección que presenta el autor es como una crónica dibujada del acontecer de Tegueste y, curiosamente, "tras haber hecho más de ciento cincuenta individuales, ésta es la primera que celebro en Tegueste", matizó.

Este veterano dibujante es consciente de los grandes cambios urbanísticos habidos en Tegueste y recuerda detalles como lo virgen que estaba la zona de la carretera de El Socorro, hoy poblada de chalets, o el cuartito en el que guardaban el cajón mortuorio, cuatro velas y una cruz, la propia iglesia de San Marcos o el Barranco del Agua de Dios.

Dibujos a plumilla, acuarelas, acrílicos e incluso óleos, son algunas de las técnicas con las que ha realizado su prolífico trabajo, en el que no le gusta repetirse.

"El estancamiento es prohibitivo en el dominio del arte, si es que lo domino", puntualizó este pintor que posee colecciones de dibujos y pinturas de todas las Islas y, sobre todo, de La Laguna, El Sauzal, Buenavista, Icod de los Vinos, Granadilla, Los Realejos y tantos otros pueblos.