La carretera que conecta el aeropuerto con el núcleo central de la Isla está en un estado de conservación lamentable. O peor. Es difícil localizar apenas cien metros, no más, de calzada que no tengan un agujero en el asfalto en el tramo de unos tres kilómetros que discurre desde la bajada a las charcas naturales de la costa de Mazo hasta la zona del Cantillo.

Han sido más de veinte años, sí, dos décadas, sin arreglarla en condiciones. Tan solo ha sido objeto de parcheos para reducir la peligrosidad de los baches. Lo peor es que en este tiempo sí se han atendido las necesidades de asfalto hasta de pistas a bodegas, por ejemplo, y, para más inri, de propiedad privada.

El consejero insular de Infraestructuras, Jorge González, informó ayer a esta redacción de que "si todo discurre como está previsto, la próxima semana, previsiblemente el miércoles, comenzará el reasfaltado de la carretera desde el Cantillo a la recta del aeropuerto". Reconoce que su estado es "bastante mejorable; entiendo todas las quejas que se puedan producir sobre su pavimento actual".

La obra tiene un coste de unos 300.000 euros y se incluye en el segundo plan de asfalto que pone en marcha el Cabildo de La palma, dotado con 1,9 millones de euros. En el primero ya se atendió otra de las carreteras más utilizadas de la Isla, la que más, la carretera de la Cumbre, después de que tampoco se reasfaltara en las últimas dos décadas.

Precisamente, las obras en la carretera al aeropuerto se harán siguiendo el mismo patrón que se utilizó en la Cumbre. "No se cerrará la vía al tráfico debido a su importancia para los residentes y visitantes. Se hará primero un lado de la calzada y luego el otro, con la regulación que sea necesaria para garantizar la seguridad", apuntó el consejero, quien subrayó que "en 10 días se puede asfaltar todo el tramo".

En este segundo plan de asfalto, ya incluso se trabaja en un tercero, se verán además beneficiadas vías en Tazacorte, la Grama (Breña Alta) y Puntallana, entre otros. Además, se está proyectando una obra de mejora del pavimento con rectificación de algunas curvas en la vía que discurre desde San Antonio a la Polvacera, en Breña Bajada, lo que tiene un coste cercano a los 390.000 euros. Y todo, para este año.

"La idea es ir dejando la red viaria insular en las mejores conficiones posibles, dentro de las posibilidades económicas del Cabildo y sin que aún el Gobierno de Canarias nos abone la deuda que tiene con el Cabildo por el mantenimiento de carreteras transferidas", dijo Jorge González.