Al final fallaron las encuestas. No fueron cuatro puntos a favor del no, sino diez puntos. El 84,6% de los escoceses acudió a las urnas; el 55,3% votó no a la independencia de Escocia; y el 44,7% votó sí. se compromete a elevar el techo autonómico de Escocia, pero también de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. O sea, que ganan todos, como en los mejores tiempos.

Hace mucho frío fuera de la Unión Europea y la independencia es muy bonita, y la queremos para Canarias, pero con los pies en el suelo. Primero, más autonomía; luego, mucha independencia. Yo creo que se impuso el sentido común, aunque ese 44,7% de escoceses partidarios del sí a ser libres da mucho que hablar. Permanecerá como una sombra en el futuro de Escocia, un país extraordinario, lleno de contrastes, de sensatez y de whisky. Y, además, tenemos los tinerfeños su misma bandera, la Cruz de San Andrés sobre fondo azul.

¿Una lección para Cataluña? El referéndum catalán no se va a celebrar, porque es ilegal. Otra cosa es nuestro referéndum del petróleo, que está en manos del Gobierno de Canarias convocarlo, con arreglo a la nueva Ley de Participación. Yo creo que va a ser el Constitucional el que se cargue el referéndum catalán y ahí no habrá tu tía, porque los que no acaten esta decisión podrían ir al talego. Y entonces serían reos y mártires. Ay, Dios mío.

Los escoceses han dado una lección de civismo. Da gusto cuando uno topa con un pueblo culto y ordenado, celoso de su futuro, discrepante y cabal. Así da gusto. Otros no pueden decir lo mismo. Otros son fanáticos, sectarios y fascistas, como los radicales catalanes que o estás con ellos o estás contra ellos. Y me refiero al ala radical de Esquerra y a otros de la misma parentela. Incluso a algunos socialistas, casi todos con origen charnego, que ahora son más catalanistas que Tarradellas, en paz descanse. Ojalá fueran todos los nacionalistas catalanes como el viejo líder, el honorable fallecido.

En fin, que hasta el "Times" reconoce que Canarias es una de las autonomías españolas más susceptibles de obtener la independencia. No sé si será susceptible o no de lograrla pero, desde luego, es nuestro destino. Como siempre dijo José Rodríguez Ramírez, que tanto luchó por ella, guardando las mejores relaciones con España, pero también con nuestro derecho a valernos por nosotros mismos y a ser alguien en el mundo, en un clima de paz.