En enero de 2020 la Isla padecerá desequilibrio en materia de producción de energía en el caso de que no se apliquen medidas preventivas. Hoy, la central de Las Caletillas "sigue siendo supernecesaria". Ello se constata con cifras: esta instalación genera en la actualidad algo más de 172 megavatios (MW), lo que equivale al 31% de la energía que se consume en la Isla, cuyo "pico" actual está situado en torno a 550 megavatios. Ello supone una reducción respecto a hace un quinquenio. La causa es la crisis.

En esta instalación emplazada en Candelaria trabajan directamente 70 personas, si bien la central da empleo indirectamente a más de 200 en un año para la realización de labores de mantenimiento y revisión, entre otras.

En los últimos años, el equipamiento en servicio de la central eléctrica se ha visto mermado considerablemente. En la actualidad, solo quedan operativos dos grupos de vapor (los denominados 5 y 6), que suman 80 MW y las tres turbinas de gas (denominadas así pero que no emplean gas), que producen 92,2 MW. Los tres grupos diésel, que generaban 36 MW, quedaron ya fuera de servicio en el último año; en 2010 lo hicieron otros dos grupos y en 2001 quedaron en desuso los primeros.

Desde Endesa, y con el objetivo de sustituir la capacidad de generación retirada del sistema y de la que se desprenderá durante los próximos cinco años, así como con el propósito de responder al incremento de la demanda previsto -manteniendo una capacidad de generación suficiente en el Norte-, se promueve el desarrollo de un nuevo ciclo combinado en la central ubicada en el Sureste.

Pero la legislación aprobada por el Gobierno central a finales del año pasado que afecta a los sistemas de energía, tanto insulares como suprainsulares, pone en entredicho esa posibilidad. "Nuestro propósito es implantar el ciclo combinado, una tipología más respetuosa con el medio ambiente y más eficiente". Así lo indican fuentes autorizadas de la compañía generadora de energía en la Isla, pero esa normativa nacional hace que "el crecimiento de la central de Caletillas esté por ver".

Un aspecto fundamental para ello es la restricción en la rentabilidad que supone la legislación citada para las empresas del sector.

Endesa sigue defendiendo "que no se puede depender de un único punto de generación en la Isla". De hecho, las centrales de Las Caletillas y de Granadilla de Abona abastecen a todo Tenerife, si bien la primera ha ganado peso en el cómputo del consumo respecto a hace varios ejercicios. La lejanía de la segunda instalación del entorno que mayor consumo registra de energía (el área Metropolitana) es otro factor con el que la compañía justifica su defensa de la pervivencia de la industria en Candelaria.

"Esa ley complica la creación de nuevas instalaciones, pero el caso de Caletillas tiene el añadido del condicionante local", en el sentido del rechazo que provoca su presencia.

Más allá de 2015

La presencia de la central eléctrica en Las Caletillas está garantizada. Aunque el Plan General de Ordenación (PGO) de Candelaria contempla la eliminación de esta instalación a mediados del año próximo, recuperando esa zona del municipio para equipamiento público de ocio, fundamentalmente, acuerdos posteriores elevan a más allá de 2025 la presencia de la central en el mismo lugar. Es más, no hay acuerdo respecto a un nuevo futuro emplazamiento, si bien la mayoría de los sectores implicados parece coincidir en que el espacio adecuado es el mismo Valle de Güímar. La normativa regional (Ley de Directrices) ya fue debidamente adecuada a las que políticos y empresarios determinaron como las necesidades energéticas de la Isla, de modo que la central de Las Caletillas tiene asegurada su supervivencia.