La alcaldesa de Santa Úrsula, Milagros Pérez León (PP), asegura que se siente con ganas de intentar repetir en la Alcaldía "un mandato más" y no se olvida de los seis excompañeros del PP que la dejaron en minoría para crear el partido Alternativa Democrática de Santa Úrsula (ADS) y ahora sellar un acuerdo "sin mucha ideología" con Nueva Canarias: "Los traidores han cavado su propia fosa política y ya no los quiere nadie".

¿Qué opina de la alianza del partido de sus excompañeros en el PP, Alternativa Democrática de Santa Úrsula (ADS), con Nueva Canarias?

Pues opino que no debe haber mucha ideología en ese lance, porque creo que seis personas que han militado en el Partido Popular no se pueden acostar siendo miembros de esta formación y levantarse convertidos en nacionalistas convencidos. Dice muy poco de ellos y de su nuevo patrón.

¿Cuando contó con ellos para su candidatura electoral podía imaginar un desenlace así?

Por supuesto que no. Claro que no me lo imaginaba. De haberlo intuido no los habría incluido en la lista electoral. Debe ser que no sé detectar la lealtad en las personas.

En alguna ocasión ha dicho que un gobierno de tres personas, como el suyo -aunque pronto serán cuatro- puede llevar un ayuntamiento como el de Santa Úrsula, con más de 15.000 habitantes... ¿Sobran muchos concejales por ahí?

Por ahí no sé, pero aquí no sobra ni falta nadie. Gobernamos Santa Úrsula con mucha ilusión. Es verdad que quedamos pocos, pero yo prefiero pocos y sinceros que muchos y desleales. Los traidores han cavado su propia fosa política, ya no los quiere nadie.

Después de un mandato muy complicado, con ruptura interna del PP incluida, ¿tiene ganas de repetir candidatura?

Me considero con fuerzas para repetir un mandato más. Y con más experiencia para escoger a los colaboradores. Tengo la confianza de mi partido y mi vocación de servicio a este pueblo me anima a seguir adelante y a intentar ganar otra vez la Alcaldía de Santa Úrsula.

¿Se ha sentido respaldada por el PP?

Absolutamente respaldada, siempre.

Pese a gobernar en minoría, ¿qué proyectos espera sacar adelante antes del final del mandato?

A veces pequeñas cosas hacen cosas muy grandes. Me gustaría insistir en algunas infraestructuras y, sobre todo, dado los tiempos que corren, intentar que mi pueblo prospere y que la oposición no continúe bloqueando los proyectos que puedan generar empleo. Mi mayor deseo es que la gente no pase necesidad; dotar al pueblo de algunos servicios que hay que perfeccionar y, por supuesto, reactivar la economía local. Las grandes líneas de mi programa girarán en ese sentido, pero ya las conocerán con mucho más detalle próximamente.

¿Espera poder terminar con las restricciones por exceso de flúor en el agua?

Sí, claro, este es también uno de los objetivos. La política de aguas que se ha seguido en las islas ha sido en ocasiones muy errática. Tenemos agua pero no sabemos tratarla y que llegue en las mejores condiciones a los vecinos. No es nuevo, el problema del agua lleva siglos sufriéndose. Es hora de que todo se regule satisfactoriamente, exigiendo, por supuesto, al Cabildo de Tenerife, a través del Consejo Insular de Aguas, su plena implicación y búsqueda de la solución definitiva para el agua en toda la Isla.