Memoria histórica y arte son las dos guías sobre las que circula "Memorias de contrabando", una exposición que Mercedes Pérez Swarchtz, presidenta de la Asociación Canaria para la Recuperación de la Memoria Histórica en Tenerife, califica como "muy necesaria" por una doble vertiente. "El hecho de hacer visible el recuerdo de esas personas es fundamental en un periodo en el que hay tantas dificultades para honrar la memoria de los desaparecidos. Además, los comisarios han conseguido darle a la exposición ese punto de valentía que merece ser conocido por la sociedad para que no se pierda nunca la perspectiva de una problemática que vuelve a estar de máxima actualidad a raíz del posicionamiento de un alto cargo de la ONU que denuncia que en España no se está cumpliendo la Ley de Memoria Histórica", cuenta en relación a una legislación que no se puede reinterpretar según la comunidad autónoma en la que se resida. "No se pueden realizar discriminaciones ideológicas al cumplimiento de una ley en función del sitio en el que uno viva".

Pérez Swarchtz insiste en defender que solo "estamos pidiendo que nos permitan buscar y la sepultura que se merecen nuestros familiares", precisó en un instante de la presentación de "Memorias de contrabando" en el que desveló que "sabía lo que me podía encontrar, pero hasta hoy no la había visto montada", comentó sobre la gran labor desarrollada por Dailo Barco Machado y Alexis W., así como por parte de todas las instituciones que han colaborado en este montaje. "Ojalá nos podamos beneficiar pronto de la coordinación institucional que nos ha permitido abrir esta exposición", reclamó antes de establecer una comparación bastante clarificadora. "Hoy en día nos sentimos alarmados al ver en un telediario cómo un yihadista le corta el cuello a un cooperante. En realidad, las cosas no han cambiado demasiado. Lo que pasa es que en estos momentos la imagen tiene un gran poder y llega a nuestros hogares con una enorme facilidad... No se engañen, esos yihadistas no son muy distintos a los asesinos que mataban en España por defender las ideas de libertad, justicia o por apoyar a un gobierno que estaba legalmente constituido". concluyó Pérez Swarchtz.