Renovarse o morir. En torno a este debate la humanidad ha tenido que resolver millones de incógnitas mucho menos vanguardistas que las que mostró anoche Tricicle en la Sala Sinfónica del Auditorio de Tenerife. De poco sirven las pantallas táctiles, los bits y todas esas vainas de última generación cuando al final del todo acaba apareciendo "Manicomic". El envoltorio de "Bits" es atractivo, pero su contenido no se aleja en exceso de la escuela tradicional que han defendido durante más de tres décadas y media Carles Sanz, Joan Gràcia y Paco Mir. Hubo fútbol, carreras en un supermercado, un surrealista cambio de guardia británico o un desquiciante control aeroportuario. Hubo minutos de genialidad, pero, sobre todo, apareció la risa.

Tricicle sigue en plena forma. Si sus componentes están planificando una pronta retirada no es porque hayan perdido la chispa para propiciar una cascada de felicidad. Si se van es porque hay cuestiones que son difíciles de superar. El "sketch" del castin final es una obra maestra de lo absurdo. Me quedo con una frase que escuché en varias ocasiones durante la hora y media de función. "¡Esto pasa; esto ocurre de verdad!".

Y es que ver a Paco Mir fajado con los triángulos de emergencia de un coche, a Carles Sanz mutarse en una especie de Mourihno versión 3.0 o a Joan Gràcia convertido en uno de los hijos del maestro Johann Sebastian Mastropiero solo es "culpa" de los bits.

En el homenaje a Les Luthiers, por ejemplo, se concentra la naturalidad de una propuesta escénica que ha sobrevivido con cierta holgura a la llegada de la que dicen es la era digital. Con su misma fórmula artesanal de toda la vida, y sin miedo a mostrar una receta que otros son incapaces de copiar, Paco, Joan y Carles proponen una actuación dinámica, futurista -la apertura es brillante-, genial... Suele pasar cuando en el mismo espacio coinciden atrevimiento, experiencia e ilusión por seguir abanderando un producto intransferible: lo irracional cobra otra dimensión en un escenario en el que habita el genio maduro de Tricicle. Una última cosa: #vuelvan por aquí con la última gira... Son muy buenos.