Los diseñadores Marco y María, de la firma M&M, del colectivo Tenerife Moda representará a España en la World Fashion Week (WFW) con un diseño de novia, elaborado con la tela de un viejo paracaídas de la II Guerra Mundial. Marco y María han querido rendir un homenaje no solo a los trajes de novia en los que muchas mujeres, dada la escasez, convertían estas telas rescatadas de la playa, sino también a a París, donde en 1797 tuvo lugar el primer salto en paracaídas de la historia y donde en octubre, en la WFE, el vestido será subastado. La recaudación irá destinada a luchar contra la pobreza.

La historia de este vestido se remonta a 1939 cuando, en plena II Guerra Mundial, un niño de 8 años llamado Tom Davies que vivía en un pueblecito costero al sur de Gales llamado Borth recogía de la playa un paracaídas de la Royal Air Force. Esta era una práctica habitual, ya que la seda de los paracaídas era muy apreciada por los lugareños, que obviaban la orden policial de devolverlos y la utilizaban para prendas interiores, camisas, e incluso para enviar mapas y mensajes.

La familia de Tom utilizó la seda para confeccionar el traje de bautismo de su hermana pequeña y la tela restante se guardó. Años más tarde, este niño se casaría con una canaria, tía abuela de una prima de los diseñadores, quien después de conservarla durante años sin saber muy bien el valor que tenía, se la regaló a ellos, quienes la han conservado durante mucho tiempo a la espera de que se presentase una ocasión especial. Y llegó la ocasión. En su confección han empleado tres meses y han contado con la colaboración de todo su taller: unas ocho personas. Todo ha sido hecho a mano y respetando las costuras del paracaídas.