El del pasado domingo fue el derbi de Cristo Martín, de Roberto, del gol en propia meta de Araujo... Pero también fue el partido de Aitor Sanz. En su línea, el centrocampista dio ante Las Palmas otra lección de entrega y oficio, abanderando de este modo el estilo que caracteriza al Tenerife de Cervera.

¿Le quedó algo de energía?

Lo dejamos todo. El equipo sacó las fuerzas de donde casi no tenía gracias el apoyo del público.

¿Notó el empujón de la grada?

Sí. Estos partidos son especiales. No se puede pedir más. Si estás dentro del campo, lo notas mucho.

¿Llegó a saber si bajó mucho de peso o qué distancia recorrió durante el partido?

Hay un programa que controla las distancias, pero nunca lo he mirado. Sí sé que bajé de peso, porque al día siguiente lo vimos. Se suelen perder un par de kilos.

¿Y el número de balones recuperados? ¿Le han dado el dato?

Tampoco me lo han comentado, pero sí es algo muy importante por nuestra manera de jugar. Si robamos muchos balones, tenemos más opciones de que los partidos se decanten a nuestro favor.

En los últimos minutos ejerció esa función en una posición más adelantada, en la mediapunta...

Era fundamental tapar la salida de balón de Las Palmas. Aridane es un tío que lo hace fenomenal e intenté adaptarme a su estilo.

¿Cómo se aguanta ese ritmo?

Si ves que las cosas funcionan, lo de apretar y correr te sale solo. Es una de mis características y estoy contento, porque todo ese trabajo sirvió para ganar.

¿Fue su mejor actuación?

Uno se queda a gusto por lo que significó este partido para todo el tinerfeñismo y para la Isla, porque no estábamos pasando por un buen momento, por la ovación que se llevó Aridane, que la merecía, por los días tan duros que tuvo Roberto, por el gol de Cristo... Al final, se unieron muchas cosas.

¿Y uno no se acuerda de Cervera tras un triunfo como este?

Pues sí. También lo merece. Esta temporada está siendo muy dura para él. Consiguió el ascenso a Segunda División con un presupuesto más bajo que el de la temporada anterior -con lo difícil que es subir de categoría y de la manera en que lo logró-; y después, en la Liga posterior, estuvimos a punto de meternos en el "play off" cuando nuestro objetivo era el de la permanencia. Sin embargo, vivimos un verano extraño y se notó un ambiente enrarecido en el comienzo de la temporada. Una parte de la gente le ha metido mucha caña y por eso digo que él y el resto del cuerpo técnico también merecen una victoria como esta, porque es gente noble y son profesionales que trabajan por y para el club, como los jugadores.

¿Les ha resultado difícil manejarse en ese clima del que habla?

Es difícil. Las voces críticas siempre suelen salir cuando las cosas no van bien y hay mucha gente que está deseando que ocurra el más mínimo pinchazo para salir a dar hachazos, porque, a veces, lo que gusta es que haya movimientos y que se cambien cosas. Lo que pasa es que, en muchos casos, es difícil valorar lo que se tiene. Hasta que uno no lo pierde, no se da cuenta. Eso forma parte del fútbol y es difícil llevarlo. A menudo te cuesta más, porque los palos suelen venir del mismo lado, pero tanto el cuerpo técnico como el equipo sabemos de sobra cuál es el punto fuerte y en quiénes nos tenemos que apoyar: en la gente cercana al equipo y con experiencia en el fútbol que sabe cómo va esto. Solo esperamos tener una buena racha y seguir adelante.

¿Le quedó la sensación de que el derbi lo limpió todo?

Era el partido perfecto para limpiar ese ambiente que había. Nos vino fenomenal. Ahora hay una mayor comunión, si cabe, entre la gente y el equipo; y con el cuerpo técnico, igual. A ver si conseguimos mantenerlo, que es lo importante para que el tinerfeñismo, la directiva, el cuerpo técnico y el equipo vayamos en la misma dirección y logremos algo positivo.

¿Por qué cuajó el funcionamiento en este partido y no antes?

No se sabe. Marcar el gol del empate antes del descanso nos dio un puntito de confianza. Y también pudo ser que nos vimos con el marcador en contra y nos quitamos un lastre de encima para dar un paso adelante y ser más valientes. Te pones a darle vueltas y no lo tienes claro. Lo que hay que hacer es quedarse con que el equipo hizo un trabajo encomiable, con que la gente disfrutó y con que vencimos.

¿Y el valor de remontar un 0-1?

Eso demuestra el carácter que tiene este equipo. Nunca nos damos por vencidos ni paramos de correr. Esperamos que haya sido un punto de inflexión y que hayamos encontrado el camino.

Conviene aprovecharlo...

Pero tampoco hay que volverse loco. Llevamos pocas jornadas y el equipo se está construyendo. Para conseguir tener un conjunto fiable se necesita tiempo. El triunfo en el derbi nos dará un impulso muy grande y sería bueno seguir en una dinámica positiva, pero no hay que volverse loco.

¿En quiénes piensa cuando da ese consejo de no volverse loco?

Me refiero a la euforia que viene tras un resultado como la del domingo. En ese sentido, tuve un entrenador que me solía decir que después de una gran victoria, viene una gran cagada; y creo que tenía mucha razón. Tenemos que saber que nuestros puntos fuertes son la humildad, el trabajo, correr más que los rivales... Y si los olvidamos, lo pasaremos mal. Está muy bien todo lo que hicimos y que la gente lo esté disfrutando, pero nosotros debemos tener los pies en el suelo y no olvidar cómo debemos trabajar y cuál es nuestra manera de llegar al éxito.

La respuesta, en Leganés...

Es uno de los equipos que, en teoría, van a pelear por no bajar y tenemos que sacar algo positivo. Sería muy bueno puntuar, y si es con un triunfo, muchísimo mejor.

De lo que rodeó el derbi, ¿hay algo que le llamó la atención?

Fue un partido similar al de la temporada pasada en cuanto al ambiente que se creó. Puede ser que la cosa estuviera un poco más descafeinada al principio por la situación en la que llegamos nosotros y la diferencia clasificatoria con Las Palmas, pero la emoción fue incluso mayor, porque empezamos perdiendo y le dimos la vuelta al resultado. La gente disfrutó muchísimo viendo que su equipo se estaba dejando la piel en el campo. Merecían una alegría grande como esta.

¿Le han llegado muchas muestras de agradecimiento?

Al salir del estadio mucha gente me dio la enhorabuena. Pero el trabajo es colectivo y las felicitaciones deben ser para todos. Esta victoria fue un ejemplo de que el Tenerife es un equipo de verdad.

Un derbi, Canal Plus en directo... ¿Es de esos partidos en los que uno se revaloriza como futbolista?

No lo sé. Solo puedo decir que el resultado nos sirvió para dar un paso adelante, para limpiarnos la cabeza, para recuperar nuestra identidad, para saber cuál debe ser nuestra manera de trabajar...

¿Sabe si el Tenerife ya está intentando renovar su contrato?

No quiero centrarme en ese tema. Sé que mi representante está al tanto. Me ha dicho que ha habido alguna conversación (para que continúe), pero no hay nada concreto.

¿Le gustaría continuar?

Estoy encantado aquí. La gente está a gusto conmigo y me siento muy feliz en Tenerife. Es un sitio maravilloso para vivir y para disfrutar del fútbol. Ya veremos.