Nueve horas de gastronomía, ocio y comercio vivió ayer el centro de la ciudad y en el Mercado Nuestra Señora de África. La coincidencia de Santa Cruz Sal2 y Ven a Santa Cruz, dos iniciativas municipales, llamó la atención de muchos vecinos y visitantes que se encontraron con 79 carpas en la plaza de La Candelaria (artesanía y comercio innovador), la calle Castillo (electrónica, informática, telefonía, textil, hogar, decoración, librería, papelería, material de oficina, moda y deportes), Valentín Sánz (moda hombre y mujer, calzado, complementos y relojería) y Parque Bulevar (moda y actividades infantiles). Fueron los puntos del comercio innovador.

Una de las actividades que más atrajo al público fue el carrusel de tapas, en la plaza del Príncipe. Nueve restaurantes ofrecieron tapas y bebidas a 2,50 euros.

Todo se completó con talleres infantiles con pintacaras y cuentacuentos, en la plaza de La Candelaria; castillos hinchables, en el Parque Bulevar y en la plaza del Chicharro y globoflexia, en la avenida Francisco La Roche. Batucadas, payasos y actores caracterizados rondaron por toda la Zona de Gran Afluencia Turística de Santa Cruz. En el ambiente se notó la presencia de los puestos de venta de castañas.

En cifras, el ayuntamiento informó de que las tasas de apertura en las calles de mayor concentración comercial de este ámbito alcanzaron el 68,8% en el comercio, el 84,8% en la restauración y un 71% en conjunto, "datos que consolidan esta iniciativa y que suponen un incremento superior al 15% respecto a la tasa conjunta del mes de septiembre".

La medición de la apertura señala, una vez más, "buenos resultados" en la Plaza del Chicharro, con un 83,3% en comercio y en restauración; la calle del Castillo y la Plaza de la Candelaria, con un 75,6% en ambos casos, manteniéndose en torno al 70% en las calles San José y Pérez Galdós, mientras que la calle Viera y Clavijo llegó al 46%. Lo aseguró el concejal y consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo, Florentino Plasencia.

Deboca, con "La Caja", premio Plato Estrella

El restaurante Deboca, con una original propuesta titulada "La Caja", se alzó ayer con el primer premio en el III Concurso de Plato Estrella, una iniciativa impulsada por la Sociedad de Desarrollo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y enmarcada en las jornadas de muestras gastronómicas sobre la papa y la batata de Anaga, que tuvo lugar en el patio central del Mercado Nuestra Señora de África y a la que asistió numeroso público. El segundo y tercer premios correspondieron al restaurante Gom, con "El bosque encantado", y al Kokken Gastrobar y su "Brumas de Anaga", respectivamente, destacando a juicio del jurado la calidad de los quince platos que se presentaron al certamen, maridados con vinos de distintas Denominaciones de Origen de la Isla, y que hasta el 15 de octubre estarán a disposición del público en los diferentes establecimientos que participan en la ruta gastronómica. La propuesta ganadora, elaborada por el chef Javier Gutiérrez, representa una excelente mezcla de sorpresa, trabajo y sabor. Su original presentación reproduce a pequeña escala una caja de madera para el transporte de mercancía, con el sello de frágil marcado en un costado, y que guarda en su interior una oblea con un código QR donde se recrean los pasos para la preparación y un tarro que contiene batata, millo, conejo deshuesado y ahumado, puré de papa...

También el jurado elogió la reproducción de un bosque de laurisilva comestible, una creación de los chefs Raúl y Abraham Brito, más Abraham Ponce, en la que sobre una masa de papa y cerdo se vierte llantén, berros, rábanos, setas secas e hidratadas en aceite de trufa y un chip de batata. Todo el conjunto descansa sobre una base de grasa de cerdo de color verde (colorante alimentario) con el punto final de un ahumado en una campana de cristal. En cuanto a la propuesta de Kokken Gastrobar, que recreaba la bruma en una zona del Terciario, este singular paisaje se generó con la combinación de diferentes elementos, como una batata confitada en aceite de azafrán, papa, caballa escabechada, tartar de atún y un caldo de hinojo que, al mezclarse con hielo seco, reproducía el efecto de la bruma.