Desde el convencimiento de que sus actuaciones han estado marcadas por "la responsabilidad" y por un compromiso con la "verdad absoluta" y la "transparencia", los quince miembros del consejo de administración de Bodegas Insulares S.A. (Bitsa) acordaron ayer, entre otros asuntos del orden del día y por unanimidad, poner sus cargos a disposición de los socios.

Este juicio abierto tendrá lugar

en el ámbito de una junta general extraordinaria que aún no tiene fecha señalada.

Estos compromisos se adoptaron en el marco de una reunión que tuvo lugar anoche, continuación de la convocada con urgencia el pasado jueves y que se saldó con la dimisión del consejero delegado, quien admitió ser el único responsable de la polémica compra y uso de partidas de vino de La Mancha para su comercialización como producto de mesa en establecimientos hoteleros de "todo incluido"

Y de nuevo el polémico asunto monopolizaba un encuentro de los responsables de la empresa del sector vitivinícola, participada mayoritariamente por el Cabildo (49%), que se prolongó algo más de tres horas y en la que también se aceptaba designar para el cargo vacante de gerente al propio José Joaquín Bethencourt, consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, además de presidente de la sociedad. En opinión de los miembros del consejo, se trata de la persona con el perfil más adecuado.

En un gesto de acercamiento a los viticultores, el consejo de administración de Bodegas Insulares Tenerife resolvió ponerse a disposición de los consejos reguladores Tacoronte-Acentejo e Icoden-Daute-Isora con el propósito de articular soluciones al excedente de uva que acumulan los viticultores de estas denominaciones de origen. "Bodegas Insulares dispone de capacidad para comprar uva y así se lo haremos saber a estos agricultores", señaló el consejero de Agricultura del Cabildo.

En la reunión del consejo de administración se expuso "con pelos y señales" toda la información referida al polémico caso de la compra de vino a granel en La Mancha, así como datos de comercialización y ventas de los caldos de Bodegas Insulares.

En opinión del responsable del área de Agricultura en el Cabildo, "es necesario que nos demos un tiempo para recuperar la normalidad y abordar este asunto con la tranquilidad que requiere. El propósito final no es otro que conocer lo que ocurrió verdaderamente, evaluando toda la información, desde la objetividad y con absoluta transparencia".

Desde el comienzo de la semana pasada, Bodegas Insulares vive inmersa en la polémica suscitada tras hacerse pública la compra de varias partidas de vino a granel procedente de La Mancha (100.000 litros, según la empresa; casi 300.000, según viticultores) para mezclarlo en la bodega de Guía y crear vino de mesa destinado al mercado turístico.