El español Feliciano López se impuso a su compatriota Rafael Nadal, dos del mundo, en la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghai, por 6-3 y 7-6 (7) en una hora y 44 minutos.

Se trata de la tercera victoria de Feliciano ante Nadal en 12 encuentros. Feliciano se enfrentará en octavos contra el estadounidense John Isner.

Nadal, que este martes admitió que había sufrido un "principio de apendicitis", y que ha seguido un fuerte tratamiento con antibióticos, decidió y cumplió que jugaría ante su compatriota, a pesar de esta dolencia.

El zurdo de Manacor tuvo ventaja en el segundo parcial por 5-2, e incluso dispuso de una bola de set en el desempate con su saque. Tras esta derrota puede regresar ahora a España, cuanto antes, y decidir si continua su tratamiento, o se opera.

Nadal ha señalado que intentará aplazar su operación de apendicitis para después del Masters que se disputa en el 02 de Londres, del 9 al 16 de noviembre.

"Sí, necesito operarme", declaró hoy tras el partido. "He hablado con mi médico en España, y hay un montón de riesgo cuando ya te ha pasado una vez", dijo Nadal. "Hoy por hoy, voy a intentar jugar hasta el Masters. Uno nunca sabe, depende de como vayan las cosas. Pero quiero hacerlo al final de año. No ahora"

"Incluso si ahora está bajo control, es obvio que (el problema) va a volver, y yo no quiero que vuelva y tener otra vez lo mismo cuando esté en Australia, en Indian Wells, o en Miami, o en Roland Garros, así que lo voy a hacer antes de que acabe el año", continuó.

Nadal afirmó que su idea es seguir con su programación establecida jugando los torneos de Basilea, París y Londres, antes de pasar por el quirófano, aunque también admitió que no ha podido pensar demasiado en ello todavía. "Cuando estás en la cama tres días lo único que quieres es sentirte mejor, sentirte sano otra vez, y eso es todo", dijo.

Nadal añadió además que volará desde Shanghai directo a Mallorca sin pasar por Barcelona, dado que al no tratarse de un problema muscular, sino de una apendicitis común, lo que prefiere es dirigirse directamente allí.

También reveló que hoy mismo, y una hora antes del partido, los médicos chinos del torneo pasaron por su vestuario para recomendarle que no jugara. "Pero también he hablado con los médicos en España y me han dado más tranquilidad", dijo.

De los médicos de Shanghái "también entiendo su posición", señaló, ya que "se tienen que cubrir las espaldas", pero finalmente "les he dicho que tenía la decisión tomada y que asumía el riesgo si lo había".

"Es verdad que en los últimos meses no tuve la mejor de las suertes, no la tuve desde Wimbledon", se lamentó el número dos. "Estaba haciendo un buen año, un año muy positivo. Después de aquello tuve mala suerte con la muñeca", dijo Nadal, que señaló que todavía le quedan "tres torneos" esta temporada para acabarla mejor.

Sobre su estado físico y sobre cómo le afectó en su partido de hoy contra López, Nadal primero se mostró un poco molesto por el resultado, y dijo: "no es el momento de hablar de eso, de eso ya hablamos ayer (martes), cuando pierdes un partido no es el momento de hablar de cosas obvias".

"Perdí", zanjó, "''Feli'' jugó mejor que yo, eso es todo. Ya hablé de eso, así que no hace falta hablar otra vez de mi salud. Lo único que tengo que decir es que no me encuentro muy muy mal tras el partido. Había un poco de riesgo, pero el riesgo está bajo control, así que estoy contento de eso".

Nadal explicó que después de tratarse con antibióticos lo que le preocupaba era sufrir una rotura de fibras como le había sucedido en otras ocasiones anteriores.

"Una fue en la Copa Davis contra Suiza, aunque al final no terminé jugando, pero me entrené y me rompí, y tuve una rotura de fibras, y la otra fue en Doha, pasé por un proceso de virus y tomé antibióticos también, y en Australia me rompí las fibras con David (Ferrer) en cuartos", recordó. "Solo he tenido rotura de fibras después de procesos así, o sea que (estaba) con el miedo de que pudiera ocurrir".

"Más que dolor, siento que estoy un poco más mareado y no con mucha energía. El dolor está controlado. Eso es importante, y creo que tuve suerte con eso, mala suerte por otra cosas, pero en eso tuve suerte".

Llegado el momento, dijo, "no me sentía normal, no me sentía bien, pero tampoco horrible: me sentía como uno se siente cuando sale de un proceso como el del que he salido, con un tratamiento de antibióticos un poco agresivo, porque ha sido en vena directamente durante tres días", explicó.

"Estoy contento de haberlo intentado, no me arrepiento, porque por suerte no ha salido nada tampoco muy mal", concluyó, "y ahí estamos, seguimos con lo que seguimos, jugando al tenis con la idea de que si nada cambia podamos seguir con el calendario normal".