El actor vasco Asier Etxeandia (Bilbao, 1975) es un todoterreno en el mundo de la escena. Su virtuosismo lo ha demostrado tanto en el cine, como en la televisión o el teatro, además de en la música, una de sus manifiestas pasiones que le ha inclinado a montar "El intérprete", que presentará mañana y el sábado, 10 y 11 de octubre, a partir de las 20:30 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz.

Tras recordar su última visita al Guimerá y a sus camerinos hace años, ofreció ayer una rueda de prensa, junto al director musical del espectáculo, Tao Gutiérrez, y la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz, Clara Segura.

No hizo falta preguntarle nada, enseguida explicó los sentimientos y vivencias que ha volcado en "El intérprete", espectáculo que no se atrevió a calificar. "Es mi historia y mi vida puesta en palabras".

A Etxeandia no le gusta definirse abiertamente, pero sí reconoció con total honestidad que la propuesta escénica que ha traído a Santa Cruz "es lo más personal que he hecho en mi vida, lo más honesto y lo más desnudo también, y de lo que más orgulloso me siento por todo lo que está generando la gente que me rodea".

La pieza, que puede durar hasta dos horas y media según estén los ánimos de los participantes, y comprende más de una veintena de temas, es un singular combinado de música y teatro, de cabaret y performance, en el que se interpretan versiones de canciones que poblaron la infancia del principal protagonista, Etxeandia, cuando se encerraba en su habitación para convertirse en actor y en cantante, además de cuatro temas compuestos para la ocasión.

Rolling Stones, David Bowie, Chavela Vargas, La Lupe, Kurt Weill, Talking Heads, Héctor Lavoe o Lucho Gatica son algunos de los artistas que el actor vasco escuchó en la infancia, cuyas canciones se han convertido en los cimientos de esta montaje en el que también intervienen los músicos Gerardo Catanzaro (piano), Enrico Barbero (contrabajista) y Tao Gutiérrez (percusión).

"No me gusta definirme, ni lo que hago como intérprete, pero es una especie de acto psicológico en el que necesitaba de alguna forma encontrarme con mi infancia, con las razones de por qué me dedico a esto y, sobre todo, por mi necesidad de cantar. Y, a veces, la vida te coloca en un lugar donde los hados te dan lo que creen que es justo y me hacen conocer a gente como José Luis Huertas, Ana Sánchez de la Morena o Tao Gutiérrez, con los que he podido sacar adelante El intérprete".

Aquella arriesgada apuesta de investigación musical-teatral que iniciaron hace ya más de un año y medio ha conseguido empatizar con el público. "Todo el mundo entiende que, al final, no es solamente mi historia personal, de cómo viví mi infancia y por qué quería ser artista, mi necesidad de cantar, sino que se está convirtiendo en lo que quería. Es una catarsis en lo que lo importante es el público y lo que quiera hacer con su vida y sus sueños. Luchar por su suerte es, al fin y al cabo, el mensaje que queremos dar. Que todo es posible en la vida y debemos querernos mucho a nosotros mismos, autoespiarnos y luchar por nuestros sueños".

El espectáculo que presentarán mañana y el sábado, en Santa Cruz, en el que también tiene cabida la improvisación, invita al espectador a bailar, reír, llorar y soñar con la libertad que transmiten la mayoría de las canciones seleccionadas.

"Hay momentos en los que hablo con el público. Mezclamos la música con los pensamientos de repente y que es lo que me ocurre cuando evoco esa canción y a dónde me lleva. También hay una parte en la que nos estamos permitiendo improvisar con el público directamente. Hablar con ellos si lo necesitamos, porque intento no ponerle barreras al show, porque es tan mío, tan personal, que es mi propia vida. Hay momentos de cháchara con el público, de diálogo directo, de cabaret, y luego de concierto, como si fuera un estadio de rock and roll, hay momento de performance, de danza. Creo que lo más interesante de todo es que el público se siente libre porque desde el principio se le da un personaje. Eran mis amigos invisibles, los que me salvaban (...) Es una especie de ritual", puntualizó.

Asier

Etxeandia

actor y

cantante

Canciones de todos

Tao Gutiérrez, director musical de "El intérprete", además de encargado de la percusión, comentó que "hemos partido de una selección de canciones que nos motivaban a nosotros desde pequeños. Y de alguna forma nos hemos dado cuenta de que realmente no son nuestras canciones, sino las de un montón de gente, que se hace parte del montaje. El público participa a través de las canciones, porque son temas con los que todos hemos sentido muchas cosas. Ese es el punto de partida de este espectáculo".

Grandes intérpretes

Asier Etxeandia considera que no hace falta ser un gran melómano para saber que la música "te salva de algunas situaciones en la vida". Por ese motivo, aclaró, "Chavela Vargas es tan punky como Mick Jagger. Todos son grandes intérpretes. Son prolongaciones de sí mismos para contar una historia, más que para cantar bien para transmitir un mensaje. Parece que no tienen nada que ver unos con otros, pero todos tienen un "leit motiv" de superación y de salvación. Me pareció

que gracias a este abanico de cantantes la gente entiende que estamos hablando al corazón. Es un regalo".