Miriam Tatiana García, una de las hijas de Loli, la paciente oncológica de 71 años de edad que falleció en un quirófano tras pasar tres días con la cadera rota en un pasillo de urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC), aseguró ayer en Radio El Día que seguirá luchando por la memoria de su madre para que lo ocurrido "no se repita", y lanzó una advertencia a todos los usuarios de la sanidad pública en Canarias: "El martes fue mi madre, pero mañana puede ser la tuya".

Miriam relató el calvario que pasó su madre desde que sufrió una caída a las 12:00 horas del viernes día 3. La llevaron a Hospiten Bellevue y allí, a las 14:00 horas, se determinó que tenían que trasladarla al HUC. La ambulancia tardó en llegar cinco horas y no ingresó en el hospital hasta pasadas las 19:30 horas.

"Desde el viernes hasta el lunes por la tarde, mi madre estuvo prácticamente sin comer ni beber porque quizás la bajaban a quirófano y nunca la bajaban. Pedíamos que la subieran a una habitación para que pudiera ver la luz del día y estar acompañada. Cada vez que entrábamos a verla -dos visitas de media hora al día- lo primero que preguntaba es ¿qué hora es? Estaba desorientada, tirada en un pasillo por donde pasaba gente todo el rato... no podía descansar. Al lado de la puerta de Rayos X, donde hay una advertencia de riesgo", relató.

"No solo tenía que sufrir su dolor, sino escuchar quejidos y lamentos. Y eso es algo que te va minando", lamentó Miriam. Una situación que duró tres días y tres noches, sin la posibilidad de ir a un baño ni ningún tipo de entretenimiento o estímulo para abstraerse.

Un sufrimiento agravado por la soledad. Cuando hay una persona en urgencias, los familiares solo pueden ver al paciente dos veces al día, media hora cada vez. "Cuando mi hermana entró el lunes, se la encontró llorando, con un chato puesto, y se lo había hecho todo encima. Nadie la había limpiado".

Miriam denuncia que nadie habló con su familia para darle una explicación sobre lo ocurrido: "En un primer momento nos dijeron que la pasta que ponen para soldar el hueso de la cadera le había llegado a los pulmones, se los obstruyó y falleció. No sabemos cómo pudo ocurrir. Estamos a la espera de la autopsia y vamos a seguir adelante".

"Mi madre se ha ido, pero no será en balde. Vamos a seguir para que esto se sepa y no vuelva a ocurrir. Yo ya la perdí, y sería mucho más fácil encerrarme en mi dolor y olvidarme, pero no, por la memoria de mi madre voy a luchar. Por mi madre y por la de los demás", sentenció.

Lamenta que pensaran que en el HUC es donde mejor podía estar su madre: "Nos equivocamos". Y señala a algunos responsables técnicos de las urgencias del trato que reciben algunos pacientes: "Me impactó una frase del responsable de día del servicio de Urgencias este domingo, el señor Mario de Bonis, que nos dijo a mí estas situaciones me causan cero estrés, eso se deja para la gente que acaba de empezar aquí. ¿Cero estrés? ¿Esos pasillos llenos de gente? Ese señor debería dedicarse a otra cosa. ¿Cómo no se puede implicar? ¿Ese señor ve a la gente muriéndose en los pasillos y le causa cero estrés?".

El gerente del HUC matizó a Juana M. Reyes

El gerente del HUC, Ignacio López Puech, corrigió a la directora del Servicio Canario de Salud (SCS), Juana María Reyes, al asegurar que la gravedad siempre determina la atención al paciente y no el tiempo de espera. "La gravedad si está siendo utilizada por encima del orden de llegada, pero ella lo que dice es que se tenga más en cuenta el concepto de fragilidad del paciente y no tanto el de la patología a la hora de tener prioridad a un ingreso o de ser tratados de forma especial en urgencias", declaró en Radio El Día y Radio Club Tenerife.

Entrevista a la hija de la paciente fallecida en el quirófano del HUC