El fiscal delegado de Menores de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Campos, asegura que los casos de maltrato familiar provocados por adolescentes se han incrementado en los últimos años, frente a otros delitos, donde la participación de menores se ha reducido.

Para Campos, "en vez de tener un delincuente en la calle, lo tenemos en la casa". Según este fiscal, mala convivencia, familias monoparentales, problemas económicos, trastornos de conducta por enfermedad de los menores, absentismo y fracaso escolar provocan un "cóctel explosivo", "donde el menor con baja tolerancia a la frustración agrede a quien tiene más cerca, como la madre, el padre, los abuelos o los hermanos". Aclara que "es un delito silencioso e invisible".

Apunta que en estos casos fluye el afecto, por un lado, y el miedo a las consecuencias de una denuncia, como su ingreso en el centro de medidas judiciales de Valle Tabares. Para el fiscal, en esas circunstancias surge el fenómeno "emperador o rey de la casa", donde el "niño" o "niña" se crece. Y, si se mezcla el consumo de droga, la situación se vuelve "muy complicada", en palabras de Campos.

El fiscal advierte de que, en muchos casos, "detrás existe una patología psiquiátrica" en el adolescente. Campos explica que para la Fiscalía de Menores "el caballo de batalla ahora es dotar correctamente a la sanidad infanto-juvenil, ya que hay escasez de psiquiatras infantiles y de centros específicos para tratar los trastornos psiquiátricos y la deshabituación de las drogas" en menores.

En cualquier caso, la Jurisdicción de Menores de Santa Cruz de Tenerife está "razonablemente satisfecha" ante la evolución de la delincuencia entre adolescentes. El fiscal afirma que los índices globales de criminalidad han descendido significativamente y "la naturaleza de los delitos es cada vez de menor gravedad".

Campos señala que dicha tendencia es "permanente y constante" desde hace cinco o seis años. Para el citado fiscal, son varias las causas que han contribuido a ese descenso. Una fue la creación, en mayo de 2009, del segundo Juzgado de Menores, que provoca mayor celeridad en el enjuiciamiento de los casos (el tiempo que discurre entre el hecho y el juicio se ha reducido). Otro motivo ha sido, a juicio de Campos, "la estabilidad en las plantillas de jueces, fiscales, secretarios, funcionarios y miembros del equipo técnico, así como la mejor dotación policial específica", como los agentes de Santa Cruz en Fiscalía, la Unidad de Servicio de Paisano (USP) de La Laguna o los 15 miembros de la Policía Autonómica que trabajan con menores. Campos comenta que una tercera causa es la buena coordinación de su departamento con los ayuntamientos (Servicios Sociales), el Cabildo (IASS) o la Dirección General del Menor del Gobierno canario.

El volumen de trabajo baja un 4,5 por ciento

La consecuencia de todas esas sinergias ha sido el descenso en la aplicación de medidas cautelares adoptadas o la reducción en un 4,5 por ciento en el volumen total de expedientes tramitados, a juicio del fiscal. Durante el último lustro también ha descendido el número de menores extranjeros en los centros de protección, lo que, a su vez, contribuye a reducir el nivel de conflictividad en dichos recursos, según Manuel Campos.

El control reduce el número de delitos

Para este representante del Ministerio Fiscal, la acción de control sobre las administraciones y sus responsabilidades también ha supuesto un beneficio en la reducción de los delitos. Es decir, desde la Fiscalía se envían menores a Valle Tabares, pero también se busca garantizar que los internos tengan unas condiciones dignas en varios ámbitos, por ejemplo.

En Valle Tabares hay 40 menores de la provincia

El número de internos en el centro de medidas judiciales de Valle Tabares se ha reducido, según Campos. Actualmente, en dicho recurso hay 92 menores de las dos provincias. De ellos, 52 proceden de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Y, si no cometen "errores" en las próximas semanas, 20 de ellos acabarán sus medidas judiciales antes de concluir este año.

Un único interno en régimen cerrado

Tan solo uno de los adolescentes internos en el centro de medidas judiciales está en régimen cerrado. Se trata del menor sudamericano implicado en el homicidio de un ciudadano inglés en febrero de 2010 en Costa del Silencio, cuando participaba en un robo. En lo que va de año, la Fiscalía de Menores ha tramitado unos 645 expedientes, lo que supone un poco menos que en 2013.