Hoy comienza en la Audiencia Provincial un juicio contra siete traficantes de droga (cinco británicos y dos magrebíes) en un caso en el que se mezclan los delitos de intento de asesinato, encubrimiento del mismo, tráfico de drogas y falsificación documental. La actuación policial se produjo cuando, presuntamente, uno de los "narcos" del Reino Unido apuñaló a un argelino y estuvo a punto de matarlo en un piso de Los Cristianos en lo que iba a ser una entrega de droga habitual, pero en realidad fue un ajuste de cuentas.

Los hechos ocurrieron en diciembre del 2006. Cinco súbditos británicos asentados en el Sur de Tenerife estaban dedicados supuestamente a la compra y distribución de droga.

Varios de estos individuos contactaron con un argelino y un marroquí para adquirirles dos kilos y medio de hachís. Y para cerrar la operación se citaron en un apartamento de Los Cristianos, en Arona. Sin embargo, cuando los magrebíes entraron en el domicilio, uno de los británicos apuñaló por la espalda al argelino. Ante esas circunstancias, la citada víctima y el marroquí huyeron del lugar y dejaron atrás la droga.

La herida fue consideraba como muy grave y, si los médicos no hubieran intervenido rápido con la víctima, esta hubiera fallecido.

La droga fue escondida en la vivienda y el autor del apuñalamiento huyó a su país con apoyo de varios compatriotas que residen en el Sur de la isla, con el objetivo de eludir la actuación de la Policía y la administración de Justicia.

Pero en aquel momento, el valor de los dos kilos y medio de hachís superaba los 12.000 euros y los británicos no estaban dispuestos a perder lo que hubiera supuesto un "ingreso limpio" de esas características, ya que hubiesen obtenido beneficios sin gasto alguno.

Por ese motivo, presuntamente un miembro de la banda de los súbditos del Reino Unido contactó con otro individuo para que, a cambio de 500 euros, sacara de la vivienda donde ocurrieron los hechos la droga y el puñal de 30 centímetros de hoja utilizado en el mencionado intento de asesinato, que todavía tenía sangre impregnada.

El procesado al que se le hizo el encargo metió en una bolsa casi tres kilos de hachís y más de 30 gramos de cocaína, según las fuentes policiales consultadas durante la jornada de ayer.

Estaba a punto de conseguirlo, pero fue interceptado por una patrulla policial cuando salía del apartamento y se le hizo un registro.

La investigación de los hechos permitió descubrir que tanto los británicos como los magrebíes estaban dedicados al tráfico de sustancias estupefacientes, así como que todos se habían visto envueltos en un ajuste de cuentas que pudo acabar de forma trágica.

Después de la pertinente instrucción en uno de los juzgados del partido de Arona y el arresto de las personas implicadas en el mencionado hecho, el asunto ha acabado en la Sección II de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

las claves

Un grupo de traficantes de droga británicos llevó a cabo presuntamente un ajuste de cuentas contra dos magrebíes en Los Cristianos en diciembre del año 2006.

Los súbditos del Reino Unido encargaron 2,5 kilos de hachís a un argelino y un marroquí; y para la entrega se citaron en un piso de la localidad aronera.

Al entrar en la vivienda, un británico asestó una puñalada grave por la espalda al argelino, que estuvo a punto de morir si no llega a ser por la rápida actuación del personal médico.

El presunto autor de la herida de arma blanca supuestamente logró huir a su país de origen en compañía de su pareja, que no estaba implicada en el asunto.

Una patrulla atrapó al individuo que acudió al piso para retirar la droga dejada por los magrebíes, así como el arma utilizada en el intento de asesinato, según los datos.

El fiscal pide 16 años en total para el autor de la puñalada

Está previsto que el proceso judicial se desarrolle desde hoy hasta la jornada del próximo viernes, si no hay sorpresas de última hora. El representante del ministerio Fiscal solicita, en total, 16 años de prisión para el individuo de origen británico al que se considera autor del apuñalamiento. Doce años de cárcel los solicita el fiscal por intento de homicidio, mientras que los cuatro restantes son por un delito de tráfico de drogas. Por esta última infracción penal, al igual que al resto de británicos, Fiscalía le reclama 30.000 euros en concepto de indemnización. Sin embargo, la pena de prisión más alta se solicita para otro individuo británico para el que se piden 17 años en total, de los que 11 son por encubrimiento de intento de homicidio (11), tráfico de sustancias estupefacientes (4) y falsedad documental (2). A un tercer ciudadano del Reino Unido le pide el fiscal 15 años por encubrimiento de intento de asesinato y tráfico de drogas. Y a los otros dos miembros del grupo de los británicos les solicitan siete años de cárcel por tráfico de drogas y encubrimiento de asesinato. Respecto a los magrebíes implicados en el caso, el representante de Fiscalía pide una condena de cuatro años de cárcel y una multa de 300.000 euros.