Debate, lo que se dice verdadero debate, no existió ni siquiera apareció (acaso ni fue convocado) y, en todo caso, resultó primario.

Quizá el capítulo de la campaña que ayer escenificaron -paradójicamente, en la Sala Tagoror del Hotel Escuela de Santa Cruz- las tres personas que aspiran a liderar el proyecto socialista a la presidencia del Gobierno de Canarias en las elecciones de mayo de 2015 entroncaba más con una conferencia a tres voces o una comparecencia pautada con moderador.

Pero acaso la nueva hornada del socialismo canario deba poner en remojo unos idearios repetitivos y repletos de lugares comunes (justicia social; redistribución de la riqueza; maltrato del Estado hacia a Canarias); esas poses, a la manera progresista que impone el modelo Podemos (las élites excluyentes; esas pocas familias que acaparan la riqueza; el profesionalismo de la política) y esa puesta en escena mimética y ciertamente artificiosa, muy distante y hasta un mal remedo de la que acuñaron los creadores del sistema: los norteamericanos.

Y es que todo pareció encorsetado, desde unos tiempos de intervención medidos; el aforo restringido; la invitación constreñida a doce militantes por candidatura; las preguntas y una rotación mecánica de respuestas, hasta la coincidencia de las asesorías de imagen -si las hay- en cuanto a la elección de vestimentas y colores: blanco para las blusas o camisas y azul marino en los pantalones.

Por encontrar diferencias, acaso el hecho de que Patricia Hernández luciera su estilo alzada en unos mayúsculos tacones; el manejo ortodoxo que hace Carolina Darias de las condiciones de espacio-tiempo y sus límites o también la figura fresca de Gustavo Matos, con el complemento inseparable de su mochila y el pelo suelto, personificando así en propia imagen los contenidos de sus eslóganes.

Con todo, acaso algunos nostálgicos habrán echado de menos que este debate no se cerrara con los compases de La Internacional... Por los parias de la tierra.

Lo cierto es que de las respuestas de los tres candidatos a las baterías de preguntas que formularon algunos militantes invitados se desprende que ¡ninguno de los aspirantes a las primarias socialistas pactaría con el Partido Popular (PP).

A la hora de establecer alianzas tras las elecciones de mayo, la coincidencia y sobre todo el deseo se orienta a gobernar en solitario.

Gustavo Matos se mostró firme y sostenía que no va a hablar de pactos "hasta que no llegue el momento", renunciando a que los consideren siempre los segundos o terceros en esta particular carrera, que siempre se hable de que si tal o cual candidato gusta más o menos a CC y PP, subrayando la idea de que no sale a la batalla política con la idea de pactar, sino para ganar, y que no vale la pena participar en un Gobierno en el que el POSE esté desdibujado. Además, precisó que una cosa son los pactos en el espacio del Ejecutivo regional y otra bien distinta los típicos "pactos en cascada" en otras instituciones, donde entran en juego circunstancias diferentes que exigen soluciones también distintas.

Carolina Darias, por su parte, apuesta por "un pacto progresista" del que excluye al PP, que a su juicio ha "machacado y maltratado a Canarias" y refrenda la vocación de los socialistas como partícipes de la "arquitectura del progreso".

En opinión de Patricia Hernández, y desde un espíritu ganador, el verdadero pacto hay que establecerlo con la ciudadanía y las únicas alianzas posibles llegarán a partir de las decisiones que tomen los afiliados socialistas.

Algunos de los desacuerdos, aunque tibios, se pusieron de relieve al diagnosticar la actual coyuntura que atraviesan las Islas, un panorama que Gustavo Matos dibujó con tintes caóticos, al admitir que "Canarias no funciona" y que "ha fracasado como sociedad" para empezar a ponerle remedio.

Esa "visión catastrofista" no la compartió Carolina Darias, quien reconoció que si bien existen dificultades también se cuenta en las Islas con ganas y talento para generar el cambio.

A juicio de Patricia Hernández, la situación social de Canarias resulta "inaceptable", consecuencia de un "modelo endeble y generador de desigualdades", sostenido en un REF creado al servicio de los especuladores.

El asunto de las prospecciones petrolíferas brotó y como respuesta se reivindicaron las energías renovables y el aumento de la presencia de energías limpias.

La apuesta por dejar de darle la espalda al continente vecino y mirar a África directamente a la cara, de frente, considerándolo un territorio de oportunidades y de intercambio en condiciones de igualdad también tuvo espacio en el debate.

En el caso de Gustavo Matos, entiende que África debe representar un referente en el plano cultural y de la investigación, desde el intercambio de alumnos de Erasmus entre universidades canarias y africanas.

Carolina Darias propone reforzar los estímulos con el país vecino, donde desde hace años participa con proyectos relacionados con integración de mujeres.

Patricia Hernández, por su parte, cuestionó la manera en que unos pocos invierten en la RIC y se benefician en países africanos.

Los dispositivos móviles, testigos del momento

El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, José Ángel Martín, inmortalizó con su móvil las intervenciones de su "compañera" Patricia Hernández. Lo cierto es que mientras los candidatos hablaron de nuevas tecnologías, I+D+i, etc., ninguno usó ipads o tabletas y echaron mano de papel y bolígrafo.