Suele suceder en semanas como esta, en muchos equipos y en muchas ocasiones. La tensión, ante la trascendencia del partido que se debe disputar y la difícil situación clasificatoria, se traduce en conatos de enfrentamiento. El Tenerife no se ha escapado de ello. Ayer, durante la sesión preparatoria desarrollada en las instalaciones del CA Osasuna en Tajonar, Suso Santana y Diego Ifrán protagonizaron un rifirrafe que no pasó a mayores.

Intervinieron para evitarlo Álvaro Cervera y Guillermo Rodríguez, su preparador físico, que separaron a los acalorados protagonistas del incidente. Después de los primeros ejercicios de calentamiento, el técnico dividió a los 18 citados en rondos. Poco después, ordenó un ejercicio de presión en el que los blanquiazules se emplearon con intensidad. A tenor de las quejas de Ifrán, con demasiada en el caso de Suso. Los jugadores, uno con peto y otro sin él, se fueron acercando y al capitán no debió gustarle algo que le dijo el atacante uruguayo. Fueron unos segundos, pero los suficientes como para que todo el grupo se diera cuenta de lo sucedido. El entrenador fue el primero en llegar hasta el lugar del campo 2 de Tajonar donde se estaba produciendo el enfrentamiento y lo hizo justo a tiempo para evitar que la cosa fuera a mayores. Le ayudó su preparador físico, que alejó al delantero del extremo derecho tinerfeño.

El resto de futbolistas ya se había marchado hacia el área para ubicarse en sus posiciones para el siguiente tramo del entrenamiento, que iba a estar dedicado a los centros y remates a portería, en la que ya estaban tanto Roberto Gutiérrez como Carlos Abad-Hernández. Los protagonistas se incorporaron poco después. Cervera no ordenó que se marcharan a vestuarios y permitió que siguieran ejercitándose junto al resto sin que sucediera nada.

El asunto quedó zanjado poco después. El entrenamiento, que se prolongó por espacio de una hora, dio paso a la "firma" del armisticio. Las disculpas pusieron punto y final a un rifirrafe del que no quedará nada cuando a las 19:00 horas de hoy salten al césped de El Sadar los jugadores del Tenerife para enfrentarse a Osasuna, en un partido en el que se juegan mucho. Tanto que, en ocasiones, los nervios o el exceso de tensión juegan malas pasadas como la vivida en Tajonar.