El fotógrafo tinerfeño Dámaso Ávila siempre pretende transmitir sensaciones al espectador de su obra, que adopte una actitud, que sienta algo con la imagen que tiene delante, cargada de arte y belleza. Eso es lo que persigue con la exposición "Europa inesperada", una colección de cuarenta y cinco imágenes que se desarrolla, hasta el próximo 30 de octubre, en la Casa de los Capitanes Generales de La Laguna.

Singulares paisajes, detalles diversos, edificios o escenas de calle con gentes anónimas que reflejan la idiosincrasia del lugar conforman esta muestra de fotografías de diversos formatos y tamaños, tanto en blanco y negro como en color, que han sido realizadas por Ávila en sus viajes por trece países europeos, entre los que se encuentran Alemania, Francia, Italia, Suiza, Bélgica, Holanda, Austria, Estonia, Malta, Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.

"Trato de mostrar mi forma de ver, mi mirada, mi capacidad de lo que sería de alguna manera resumir, básicamente, el hábitat de Europa que yo he visitado. Estamos hablando de trece países importantes. Hay algo de paisaje, poco, y mucho de los habitantes, de situaciones concretas que te encuentras cuando viajas por ahí. Pero lo más importante es, teniendo en cuenta que se llama Europa inesperada, que lo que realmente estás viendo es, digamos, algo que no te esperas. No te vas a encontrar en la exposición ni una cascada, ni una catedral ni una aurora boreal. Fundamentalmente mi visión de aquellas cosas que me llaman la atención cuando viajo".

Ávila, con más de una veintena de premios a sus espaldas, define su mirada fotográfica como "observadora, pero sobre todo como aquella mirada que intenta de alguna manera ver aspectos que a los demás se les pueden escapar. Intentar de alguna forma, cuando la transformo para enseñársela al espectador, que le cree tensión, emotividad, que sea capaz de conmoverlo, que sea capaz de conducirlo a la situación, que le haga sentirse bien o mal, que puede participar en ella, que le llegue al alma, en definitiva. Mi fotografía intenta de alguna forma que el espectador capte la idea".

Este profesional de la imagen reconoce que, además de un punto de vista original y poco común, también busca la belleza de lo que retrata con su cámara. "De alguna forma, al ser la fotografía arte, también voy buscando al final de todo la belleza, que puede ser particular, que cuando la veas no te resulte tan grata como a mí. Cuando vas buscando eso que tú fabricas al hacer la imagen".

Ávila promete al que visite su exposición que no va a ver las típicas postales turísticas. Se encontrará con paisajes especiales, extraños detalles arquitectónicos y muchas escenas de personas que desarrollan su trabajo, como el artesano de la cestería que ilustra la presente información, o un herrero vikingo en plena faena, una granjera en Dinamarca, un indigente alemán escuchando ópera, o una mujer ataviada con ropas del medievo en Estonia, entre otros testimonios de la realidad.