No se reprime al denunciar que la profesión de periodista es una de las más perras que existen y que ahora ella está en la acera por la que habitualmente se mueven los personajes que han ocupado las páginas de sus libros antes de que los lectores conocieran la existencia de "Mi color favorito es verte", la trama con la que la periodista y escritora Pilar Eyre fue finalista del Premio Planeta 2014. "Lo mejor de este libro es que no le he dado a nadie la oportunidad de que me denuncie, ya que cómo no lo haga yo misma, con esta historia no me van a querer llevar a los tribunales", confiesa de una trama tan real como la vida misma en la que esta profesional de la comunicación no deja de repetir que "fueron tres días de amor y sexo encerrados en casa", desvela de un manuscrito que se presentó a concurso con el título "Se llamaba Sèbastien" y el seudónimo Coral Teide. "Fue un juego sonoro que hice con mi apellido; nada más...".

¿Le molestó que en la rueda de prensa posterior a ser declarara finalista del Premio Planeta se calificara su novela como un producto edulcorado frente a la trama casi negra de Jorge Zepeda?

Hoy (por el pasado jueves) la periodista me pidió perdón, pero en ese instante me pareció que se quería contraponer una literatura de primera y fantástica, como es la que hace Jorge Zepeda, y la mía, que tal y cómo se formuló esa pregunta parecía algo de segunda o insustancial. Sé que ese es uno de los riesgos que tiene esta exposición pública, pero ya se aclaró todo. Además, no quiero pecar de susceptible porque de los casi 200 mensajes que bloquearon mi móvil con mensajes de felicitaciones, una gran mayoría de ellos me los enviaron compañeros de profesión.

Eso denota que es una persona querida, ¿no?

No sé si es cariño o afecto... Esta es una profesión muy perra y, por lo tanto, siempre te vas a encontrar a alguien que se alegra de tus fracasos. Lo que sí es realmente difícil es aceptar el triunfo ajeno, ya que cuando se muere tu perro recibes el pésame hasta del vecino con el que no tienes ningún contacto y con el que, incluso, existe una mala relación.

¿La madurez que destila la protagonista de "Mi color favorito es verte" es ampliable a su faceta creativa?

Este es un libro muy personal porque es una historia de mi vida. No ha sido una apuesta fácil, puesto que me abro en canal para exponerme a todo el mundo. Hoy, al margen de la gran alegría que supone ser finalista del Premio Planeta, lo único que siento es la vergüenza de que los lectores me vean "desnuda" a través de estas páginas. No es nada cómodo que todos mis lectores sepan cómo es mi cuerpo, cómo hago el amor y todas esas cosas que hago con mi pareja. Eso es algo que he hecho tantas veces con unas vidas ajenas que no me importa pasar por este trance.

¿Está preparada para aguantar la presión de estar bajo tantas miradas?

Acepto que ahora me toca a mí recibir los palos. De alguna forma siento que también me merezco un poco todo lo que me va a pasar.

¿Volverá a escribir de Franco, de Doña Sofía o de un Borbón?

¿Biografías? Ahora le he cogido el gusto a escribir de mí y me gustaría quedarme aquí un rato, pero no puede ser... El próximo encargo es otra biografía, pero trataré de prodigarme mucho más en los géneros de la novela y el ensayo. Soy una enferma de la escritura y disfruto en todos los proyectos en los que me embarco.

¿Se ha quedado a gusto con el resultado de esta novela?

El hecho de estar realizando esta entrevista como finalista del Premio Planeta ya es una gran recompensa. Este es un libro que va a gustar a las mujeres de mi generación porque probablemente se puedan ver reflejadas en la historia que yo mantuve con Sèbastien, pero los hombres también pueden aprender muchas cosas leyendo "Mi color favorito es verte". Igual mirando un poco por el ojo de la cerradura de estas páginas salen cosas de la intimidad que no se suelen contar a un hombre. En una conversación entre hermanas sí, pero en un reunión entre un hombre y una mujer no.

¿Pilar Eyre ha encontrado en la literatura ese otro espacio vital que buscan los periodistas?

Yo me siento una persona con un poco de suerte que ha sabido rentabilizar al máximo mis oportunidades. La mejor prueba de todo lo que le estoy diciendo es este premio.

¿La suerte hay que buscarla?

Eso también. Mi hijo sabe lo que trabajo y lo disciplinada que soy con mis libros... Él conoce muy bien los entresijos de una profesión en la que se sufre muchísimo. Sobre mi faceta periodística me siento orgullosa de compartir una redacción con mujeres que tienen 22 o 25 años. Las nuevas generaciones son ambiciosas, están mejor preparadas y tienen mucha sed... Yo no me voy nunca de vacaciones por miedo a que cuando venga ya no esté disponible mi puesto de trabajo (sonríe).

¿Qué supone para usted ejercer el periodismo?

Lo es todo, o casi todo, si a partir de él puedo acceder a la ficción. No lo puedo decir, porque luego me toman la palabra, pero yo ejercería el periodismo gratis... De todas formas con lo poco que pagan, ya casi lo haces gratis, ¿no?

¿Entiende el grado de desmotivación que existe en torno a un oficio que parece estar en crisis?

La ausencia de ilusión no la veo en los jóvenes; la siento en aquellas personas que están más próxima a mi generación que ya están más preocupados por jugar al golf o ir de comprar que en vivir la vorágine de una profesión que hay que vivir con pasión. El día que la pierdes se va algo más que un oficio.

¿Cuando dice que espera palos es porque tiene la certeza de que estos van a llegar?

Soy consciente de que estoy en el ojo del huracán desde hace años. Sobre todo, por el hecho de escribir libros polémicos. Sé defenderme de los ataques; nadie puede decir que yo no sea una persona honrada, o que Pilar Eyre a mentido alguna vez siendo consciente de ello. La crítica me duele, porque no estoy vacunada contra ellas, y no soy una de esas personas que afirman que no leen lo que ponen de ella en un periódico. Fui la primera autora que promocionó un libro en "Sálvame", cuando otros lo consideraban un espacio para la telebasura. Hoy, en cambio, hay listas de grandes escritores que quieren ser promocionados en ese programa y no son capaces de que se hable de su libro.