Hace poco escribí un artículo que titulé "Santa Cruz está muerto", que según me han dicho las malas lenguas pseudooficiales, porque haberlas haylas, no le gustó mucho al alcalde de Santa Cruz de Tenerife, mi buen amigo José Manuel Bermúdez, porque incomprensiblemente se dio por aludido, a pesar de que, como le he dicho, él lleva sólo tres años en el cargo y una ciudad tarda mucho más en morirse. En aquel artículo explicaba, como economista, que la ciudad se ha ido empobreciendo paulatinamente en los últimos años, o mejor dicho décadas, no sólo por la crisis económica, sino porque su modelo económico se ha agotado. Santa Cruz de Tenerife ya no puede seguir viviendo del puerto, la refinería, el comercio y la construcción. El que fue el puerto más importante de Canarias se ha convertido en un puertito de cabotaje del de Las Palmas. La primera refinería de España es hoy una instalación anacrónica, obsoleta y contaminante en el medio de la ciudad, a punto de mandarse a mudar, por su escasa rentabilidad. El comercio local mantiene una lucha titánica para no cerrar, que va perdiendo, por la falta de clientes. La construcción está completamente parada, debido a la irresponsable tramitación de un PGO que se eternizó durante la crisis. Ante este desastroso panorama, es mi obligación, como candidato a la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife por el CCN, proponer una alternativa económica clara, suficientemente potente y de probada eficacia, para reactivar la economía de la ciudad. El CCN apuesta por el turismo, como en el resto de la isla y en Canarias, para ampliar nuestro modelo económico obsoleto, crear empleo, aumentar el consumo y la inversión. Las playas no son el fin sino el medio necesario para atraer a los turistas a la capital.

Así que, aclarado, o eso espero, definitivamente, que el actual alcalde no mató a Santa Cruz sino que entre todos los alcaldes anteriores la mataron y ella sola se murió, hoy voy a meterme en otro charco, nunca mejor dicho, porque voy a hablar de las lluvias y sus reiteradas y desastrosas consecuencias. Espero que esta vez el alcalde no se de por aludido ni se enfade conmigo. Pero por sí acaso, y antes de seguir, quiero dejar claro que José Bermúdez tampoco es el responsable de las últimas lluvias. Un problema grave y enquistado, que se repite continuamente, sin que nadie lo haya solucionado, desde la riada de 2002. Será el cambio climático o lo que sea, pero cada pocos años caen sobre Santa Cruz lluvias torrenciales que siempre producen los mismos y desastrosos efectos en la ciudad. Pánico generalizado, falta de información oficial, destrozos millonarios y generalizados en las mismas calles y en los mismos barrios, y situaciones de riesgo evidente para las personas, que a veces, por desgracia, se vuelven mortales. La ciudad no está preparada para este tipo de tormentas tropicales y caudales de tanta agua. Las últimas obras públicas que se han construido en Santa Cruz no han tenido en cuenta esas nuevas circunstancias, como quedó demostrado este fin de semana cuando se inundó el flamante y ahora ensopado túnel de la avenida de Anaga. El ayuntamiento de Santa Cruz debe solicitar inmediatamente al Consejo Insular de Aguas, dependiente del Cabildo de Tenerife, un estudio técnico de la evacuación de aguas en la ciudad y acometer las obras necesarias para canalizarlas a través de los barrancos y contenerlas en las zonas altas, para que no causen siempre los mismos estragos en los barrios. Es la obra civil más importante y urgente de la ciudad, porque se trata de la seguridad de las personas y el ayuntamiento debe ejecutarla sin demora, antes de que vuelvan las lluvias y ocurra otra desgracia. Los vecinos de San Andrés, La Salud, La Gallega y Vistabella se lo agradecerán.

candidato a la Alcaldía de S.C. de Tenerife por el CCN @ignaciogonsan