El domingo pasado, la gente de Santa Cruz volvió a mirar al cielo doce años después. La riada del Domingo de Resurrección de 2002, el 31M, casi se repite. Los vecinos de los barrios más afectados por la tromba de agua del pasado domingo (otra vez en domingo), prácticamente los mismos de entonces, consideran que "queda mucho por hacer", aunque valoren algunas mejorías en infraestructuras. Como le pasa a los estudiantes "que ponen codos" y voluntad, pero no superan la asignatura. Así calificó la ciudadanía de las zonas que recorrió ayer EL DÍA a las administraciones implicadas, sobre todo al Ayuntamiento de la capital tinerfeña.

La gota fría de aquel último día de marzo trajo consigo la tragedia y enormes pérdidas materiales. La lluvia del 19 de octubre, ya el 19-O, también, aunque su intensidad fuera algo menor (224 litros entonces, 136 ahora). Llovió mucho de nuevo y en muy poco tiempo, con gran fuerza durante casi dos horas. Buena parte de las canalizaciones e infraestructuras que se han construido en la ciudad durante este tiempo no aguantaron la fuerza del agua.

La avenida de Venezuela, en La Salud, la desembocadura de los barrancos de San Andrés, el barranco de Santos, la iglesia de La Concepción (los políticos valoraban la tarde de ayer lo ocurrido Y ya van cinco veces con el "milagro" de los fieles, de ellos solos)... En todos los distritos. Mismos lugares, mismas imágenes, tal vez sobredimensionadas por el desarrollo de las tecnologías, pero los testimonios gráficos de todo tipo anónimos en su mayoría- mostraron al mundo a través de la red de redes la inmensidad de lo sucedido el pasado domingo en este rincón atlántico. Y pudo ser peor.

Esa es, también de nuevo, la sensación que queda. Si hubiera llovido más y durante más tiempo, si no hubiera sido domingo, si...

Poco a poco vuelve la normalidad, la rutina de lo cotidiano. Después de la tempestad, siempre llega la calma. Una muestra: la apertura anunciada para hoy del CEIP Chimisay de Ofra, el único centro cerrado en la ciudad como consecuencia de la tormenta.

Más previsión, limpieza a fondo de cauces de barrancos, soluciones técnicas de calado desde la arquitectura o la ingeniería o más rapidez de los servicios de emergencia y limpieza. Todo se pide desde la ciudadanía porque se considera en unos caos "que no se ha hecho nada" y en otros, los más, "no lo suficiente".

Incluso se solicita la dimisión de dos concejales. El de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, y el del Suroeste, Hilario Rodríguez. Lo pide la Agrupación del Distrito que aglutina a cinco colectivos. La razón, "manifestarse incompetentes y totalmente insensibles ante los reiterados incidentes que se repiten siempre en los mismos lugares de esta zona de Santa Cruz".

Otros como Amigos de La Teresitas, cuya presidenta Lola Schneider tomará la palabra en el pleno, se sumaron a la propuesta de Ciudadanos de Santa Cruz al pedir "el derribo inmediato del Mamotreto de Las Teresitas tras las consecuencias de la tormenta".

También Intersindical Canaria reclama "el inmediato y completo resarcimiento a los damnificados por el temporal" y el desarrollo del "Plan de Defensa contra las Avenidas".

Por pedir que no quede, pero lo fundamental es evitar que lo que pueda suceder ante la naturaleza imprevisible tenga las menores consecuencias. Para eso hacen falta, entre otras cosas, inversiones -en lo que la gente reclama- y voluntad política para hacerlo.