La calle Ribadeneyra fue una de las que resultaron afectadas el domingo por el intenso aguacero. Adolfo Concepción Rodríguez evitó que su bar se viera afectado por el agua. "Puse unos tablones y no me entró en el agua", explicó. Sin embargo, a Juvenal Sicilia, en el número 9, el agua le entró en la casa y le destrozó muebles y todo lo que estaba a su alcance. Abatido, ayer explicaba a la altura que llegó el agua en la calle (alrededor de un metro).

Por su parte, Adolfo sostenía que las piedras y tierra que les llegan desde la calle San Juan de la Cruz, que es la que baja, es el picón de los jardines de la autopista. "Quitaron el césped de los jardines por ahorrar y pusieron picón. Cada vez que llueve lo que nos llega es el picón de los jardines porque no pusieron desagües suficientes en San Juan de la Cruz", explicaba Adolfo.

De la misma opinión era Juvenal, que se ha llevado la peor parte al entrarle el agua en su casa.

En el barrio de Chamberí, además, tuvieron que desalojar y reubicar a una familia que residía en la calle José Maldonado, una perpendicular a la calle San Juan Bautista.