Anoche encendió en la Sala Sinfónica delAuditorio de Tenerife la que probablemente es la versión más televisiva de “La Cenerentola”, ópera que se programará en el espacio cultural capitalino hasta el próximo domingo. La florentina Silvia Paoli toma el relevo de tres compatriotas que han italianizado la escena de los últimos proyectos –Stefano Monti (“Nabucco”); Giorga Guerra (“Don Quijote”) y Rosseta Cucchi (“Don Giovanni”)– operísticos que han recalado por estas coordenadas atlánticas. “Igual es que aquí no hay buenos directores de escena”, dice sin poder ocultar una risa que otorga al comentario anterior un inequívoco tono de broma. “No, ahora en serio... Estoy muy feliz de poder trabajar en un espacio tan hermoso como este y de la oportunidad que me ha concedido Alejandro Abrante –director artístico de la temporada de ópera– para plasmar mi idea”, cuenta en referencia a una versión de “La Cenicienta” que crece en torno a un “reality show” al más puro estilo “Gran Hermano”, aunque con unas variantes que son fácilmente reconocibles en la propuesta de Paoli.

“Rossini era un gran innovador”, justifica la directora antes de entrar a analizar todo lo que engloba el concepto de tradición. “El público de hoy no tiene un referente al que acudir a lo que se hizo entonces para saber si soy más arriesgada o no que en el pasado; lo importante es tener libertad de movimientos para crear algo que se adapte a su música y, sobre todo, a los nuevos tiempos”, destaca Paoli sin recoger ni uno solo de los pasos que ha caminado en un proyecto que, a su juicio, “es uno de los más importantes” que ha desarrollado como directora de escena, reconoce en una entrevista en la que es inevitable unir sus orígenes con los de un género musical que tanta gloria le ha proporcionado a su país. “No es fácil hacer este tipo de cosas allí, puesto que el público tiene una mentalidad más conservadora a la hora de valorar que lo antiguo y lo moderno pueden generar una buena mezcla. Italia sigue anclada a la tradición y le cuesta asumir los cambios que han llegado a la ópera”, afirma una creadora que está aprovechando al máximo la posibilidad de trabajar con intérpretes que “tienen tiempo por delante para demostrar que son grandes cantantes y también grandes actores. Hoy los espectáculos de este nivel necesitan artistas que sepan leer la música y el espacio en el que se desarrolla la ópera”.

Silvia Paoli declara abiertamente que la buena sintonía con el director musical, el también italiano Matteo Plagliari, ha sido determinante a la hora de poder desarrollar “La Cenerentola” a su manera. Eso, y la ilusión de un elenco artístico que ha seguido al pie de la letra todas sus instrucciones. “Trabajar con un equipo joven me permite moldear mejor mis ideas porque estos aún no están contaminados por la fama”, argumenta sobre las facilidades que ha encontrado en su primera visita al Auditorio de Tenerife.