Los administradores de fincas colegiados de la provincia, por su formación, conocimientos y experiencia, pueden ser los mejores mediadores en la negociación de los nuevos contratos ante la extinción, a partir del 1 de enero de 2015, de los contratos de rentas antiguas de aquellas propiedades inmobiliarias cuyo uso es distinto al de la vivienda. Así lo defiende la vicepresidenta del Colegio Territorial de Administradores de Fincas de la provincia, Olimpia Oliva, invitada a la jornada celebrada en la Cámara de Comercio tinerfeña para informar sobre la nueva situación de los alquileres de renta antigua a que da lugar la denominada Ley Boyer, que previó la extinción en 2015 de estos contratos en establecimientos dedicados a comercio y empresas.

"La falta de acuerdo para renovar los alquileres puede contribuir al cierre de algunos negocios y a la destrucción de económica", dijo Oliva.