El pasado jueves, muchos viandantes que pasearon por la plaza de España de Santa Cruz de Tenerife se quedaron asombrados cuando vieron cómo varias personas sacaban de una furgoneta un amasijo de acero inoxidable. Era la última escultura del artista vasco afincado en Tenerife desde hace casi tres décadas Julio Nieto, "Lo llevo bien", un peculiar árbol-hombre metálico cuyas ramas están pobladas de mensajes que invitan a ser leídos.

Los cerca de dos metros y quinientos kilos de peso que definen la pieza han sido instalados al lado del lago artificial de la capital tinerfeña, donde permanecerá expuesta para el disfrute público hasta el próximo 4 de noviembre, para después viajar a Barcelona, Ámsterdam y Estambul.

La obra, que será inaugurada públicamente el próximo martes, a las 11:30 horas, evoca una nueva especie de árbol, que se transforma en hombre, poblado de pensamientos, al parecer intranscendentes, pero que pretenden reflejar el estado de ánimo y las ideas que deambulan en ocasiones por la mente del ser humano.

"Es una especie de reflejo del ser humano en general, que carga con su mundo de pensamientos e ideas que afectan a la estructura de su cabeza. Todos esos pensamientos forman el mundo que tiene y carga cada uno. Intento mostrar esa parte invisible, del titán que toda persona corriente lleva en su interior. Gracias a él, e invisiblemente, conseguimos sostener el peso de nuestro mundo".

El autor de la admirada colección "Piel de metal. Artecalle", que recorrió numerosas localidades de las Islas, con piezas como "Ícaro", cuyos brazos desaparecieron y luego fueron recuperados, ha estado todo este año dando forma a esta escultura que para él tiene vida.

"Al final del montaje sembramos la base con semillas, para que no se sintiera tan solo. Eso significa que cada mañana, de las próximas dos semanas, iré con un regadera para asegurarme de que no le falte agua, a ver si nacen y Lo llevan bien. Quiero que sea lo más viva posible".

Esta obra, con un tronco retorcido y una raíz "como de Laurel de Indias, a medida que me acerco descubro a una persona, y de su cabeza surgen líneas escritas, las ramas son sus pensamientos, su cuerpo me recuerda un clásico atlas en postura sujetamundos", describió el autor.

En este sentido, aclaró que los mensajes escritos son "distintas ideas y pensamientos que tenemos, desde el título de una canción, hasta No puedo apartar los ojos de ti, Sufro mucho, pero también vivo, o Esta mañana no puedo con mi vida. Son un poco ideas distintas que te vienen a la cabeza. Representan los pensamientos de esa persona. Son ideas con las que intentaba representar todo eso que sucede en la mente sin que puedas dominarlo. No fueron unos textos elegidos para representar al ser humano, sino que me propuse improvisar. Cada frase se doblaba según las letras que cabían en el espacio que tenía. La idea era que fuera improvisado, que fuera la impronta de lo que iba a poner lo que se trasladara a la obra. Todos esos pensamientos son como una nube de personalidades".

Según Nieto, "Lo llevo bien", que tuvo la suerte de superar la torrencial tormenta y los rayos que cayeron sobre Santa Cruz, pretende compartir emociones con la persona que la observa. "Puede tener una lectura más superficial, o resultar interesante y se entre más en el asunto. Depende de si te inspira o no".

También comentó que la inspiración de esta obra es el hombre. "Según como se mire, la persona echa raíces en un sitio, en un lugar, que eso también es el peso de tu mundo. Eso quiere decir que curiosamente lo llevas bien, de ahí el título. Ese mundo y esas ideas se concentran en un lugar en concreto y echa una raíz. A través de la naturaleza trato de reflejar el estado mental del hombre. Lo de las raíces cuenta como ese mundo que hemos forjado con nuestras ideas nos vincula a un lugar u otro. Su cualidad determina el espacio donde se enraizará".

El artista, que invita a que se contemple su obra con la libertad de interpretar lo que cada uno quiera según su imaginación, confesó que "me gustaría que la obra se quedara en Santa Cruz si hay interés, en vez de llevarla a esos sitios a los que va. La verdad es que sería feliz si la obra no se fuera. Preferiría mil veces eso, pero por soñar que no quede".