Un hombre de 23 años, Alejandro Solana, resultó ayer herido muy grave al ser atropellado por un vehículo que participaba en la VI edición de la Subida a Valle Tabares-Jiménez, en La Laguna. El joven se encontraba anoche en coma inducido, estable y respirando por sí mismo.

La víctima, que ejercía de fotógrafo, se hallaba en el exterior de una curva de izquierdas y fue arrollado por el Mitsubishi Lancer Evo VIII pilotado por Tomás Negrín (padre del piloto Roberto Negrín).

Los hechos ocurrieron concretamente a las 12:15 horas en la conocida como curva de Los Cochinos cuando se disputaba la primera manga oficial de la prueba del campeonato de montaña, según informó el periodista Álvaro Díaz.

Según las diversas fuentes consultadas, la víctima estaba en el exterior de la citada curva tomando imágenes.

El Mitsubishi de Negrín llegó a la curva a gran velocidad, supuestamente no trazó a tiempo la misma y se salió por el margen derecho, arrollando a un total de tres personas, dos mujeres y el hombre que sufrió las lesiones más importantes.

El vehículo de Negrín cayó por un fuerte desnivel y acabó volcado.

Debido a la gravedad del accidente, la prueba se suspendió momentáneamente y hasta el lugar del suceso se trasladó personal de una ambulancia medicalizada.

El aficionado atropellado fue trasladado entubado hasta el área de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC).

Una menor de 16 años y otra joven de 18 sufrieron lesiones de carácter leve.

Respecto al piloto, resultó ileso, aunque fue trasladado por una ambulancia hasta el mencionado complejo hospitalario con el objetivo de realizarle las pruebas pertinentes.

En el servicio tomaron parte ayer agentes de la Unidad de Refuerzo al Servicio e Intervención (URSI) y el Equipo de Atestados de la Policía Local de La Laguna, así como los recursos sanitarios ya mencionados. Como determina el protocolo en estos casos, el piloto fue sometido a la prueba de alcoholemia, pero esta dio negativo.

Según varias fuentes consultadas, el joven herido se hallaba en un lugar donde estaba prohibido colocarse, precisamente por el riesgo que existe de que un vehículo se salga de la vía.

Los organizadores de las pruebas han insistido, especialmente desde el inicio de la presente temporada, en la importancia de estas medidas preventivas para evitar sucesos de estas características.