Cada vez que veo a estos dos personajes en televisión, a los dirigentes de Podemos, Pablo Iglesias y Monedero, me doy más cuenta de su falta de consistencia, de su ausencia de programa y de que se aprovechan del río revuelto en el que se ha convertido este país para sacar tajada.

No tienen programa y su discurso es pura demagogia. Hombre, yo no digo que el PP tenga, a estas alturas, demasiado discurso, pero Dios nos libre de vernos gobernados algún día por esta panda, que más parece el ejército de que otra cosa, que se pelea entre ella y que no aporta a la política absolutamente nada. Imaginen en estos tiempos un partido asambleario, más propio de la revolución bolchevique que de una concepción moderna de la política. Podemos nace del descontento y de la corrupción, pero tiene su techo marcado. Su ausencia de programa es tal que le preguntas por cualquier tipo de alianzas, o de coincidencias con otros partidos, o de ideas para gobernar, y no las dicen. Y no las dicen porque no las tienen.

El sábado pasado, en el nuevo programa que presenta en Tele 5 Sandra Barneda, Juan Carlos Monedero, el teórico "segundo" de Podemos hasta que se pelee con Pablo Iglesias Turrión, hizo un ejercicio de cinismo, lo único que puede aportar ante su falta de ideas. No contestó a las preguntas de los periodistas ni de los colegas en la actividad política que representaban a otros partidos. Y el silencio es poco rentable en política.

Para mí que Podemos es una entelequia, un fraude. Y que no se presenta a las municipales, o al menos valora hacerlo, porque saben sus dirigentes que tienen un techo de meses. Cambian de opinión constantemente, van erráticos y subsisten porque este país se ha convertido en un nido de víboras. Desde que se normalice no tienen nada que hacer. En fin, que estos de Podemos, herederos de aquellos acampados en la Puerta del Sol o de los descontentos que rodean el Congreso, son, en mi modesta opinión, una panda de elementos que se alimenta, que come, del descontento nacional. Sólo eso. Porque no aportan una sola idea válida, sólo hablan de proyectos irrealizables y de situaciones idílicas incapaces de ser mantenidas por un país en estos tiempos.

Los partidos serios no deberían ni siquiera plantearse un pacto con estos iluminados, que ponen en grave peligro la estabilidad del país. Son izquierda rancia e irracional y no dicen sino tonterías. No tienen programa, ni conocimientos para gobernar. Ah, y sólo presumiendo de honradez no se gobierna un país. Hacen falta muchas cosas más. Entre ellas inteligencia y ausencia, en lo posible, de esa demagogia y de ese cinismo con que quieren suplir su falta de ideas. Y, como dijo Ortega, no es esto, no es esto.