El descenso de los accidentes de tráfico ha reducido tanto el número de órganos donados disponibles para trasplantes que los hospitales se han visto en la obligación de crear un nuevo sistema destinado a multiplicar las posibilidades de trasplantes.

Si primero fueron los trasplantes a partir de donantes vivos -por el que cualquier persona con un vínculo familiar o afectivo con un enfermo renal le podía donar un riñón-, ahora se ha creado una red de comunicación para poner en contacto a parejas que son incompatibles con otras que también lo son y realizar intercambios de órganos entre ellas.

Este sistema incluso permite hacer intercambios entre tres o más parejas, como así ha sucedido con uno de los casos tratados con éxito en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde un donante vivo canario (incompatible con su pareja) dio uno de sus riñones a un paciente malagueño cuya pareja se lo dio a un enfermo catalán que, a su vez, su pareja se lo dio al paciente canario.

"Entre el 30 y el 45% de los donantes vivos son compatibles, pero ahora, con este nuevo sistema de coordinación creado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) le damos una nueva alternativa a los que no lo son. Enviamos a Madrid informes con todos los casos que tenemos de los donantes con un pormenorizado estudio y ellos, con un sistema estadístico, buscan la pareja idónea. La base de datos se actualiza cada tres meses y si hay concordancia nos avisan para ponernos en marcha", declaró ayer en rueda de prensa el coordinador médico-quirúrgico de trasplantes, José Manuel González Posadas.

En total en el HUC ya se han realizado dos trasplantes renales cruzados, aunque el doctor Posadas aseguró ayer que antes de que acabe el año está previsto que se realicen otros nueve.

"Es una alternativa más para estos enfermos renales y que permite obtener resultados extraordinarios, porque los órganos suelen ser más jóvenes que los procedentes de fallecidos", sentenció el especialista.