Ocho días después, los 26 vecinos del número 41 de la avenida de Los Majuelos, intersección con la calle El Cristo, ya pueden regresar a sus casas después de ser desalojados por precaución ante una fuga de gasolina detectada en el garaje del inmueble procedente de un pozo cerrado, dándose la circunstancia de que coincidió con el desarrollo de unas obras que se estaban realizando en la gasolinera Disa de enfrente.

Inmediatamente, tras detectarse el olor el día 21 por una fuerte concentración, la Concejalía de Seguridad del ayuntamiento de La Laguna, la propia Policía Local y los Bomberos procedieron a cerrar la calle y a desalojarla ante el riesgo detectado por la fuga, cuyo nivel de explosividad se elevó al 50% en la primera medición que se realizó, según fuentes del cuerpo de Bomberos desplazadas al lugar.

Lo cierto es que los vecinos fueron realojados en el hotel Nivaria, lugar en el que el ayuntamiento los ubicó hasta la desaparición del riesgo.

Así, ocho días después, los afectados empezaron a volver a sus casas o sus negocios con sensaciones dispares. Por una parte, algunos acusaron a los medios de comunicación de mentir sobre la situación. Por otra, la mayoría, valoraron positivamente la reacción del ayuntamiento de La Laguna ante el problema.

En líneas generales, los vecinos señalan que "la situación ha sido angustiosa, sobre todo al sacarnos de nuestras casas, de nuestras cosas, y no saber cuándo volveríamos. Lo que sí puedo decir es que en ningún momento me he sentido abandonado", aseguró uno de los afectados, José Alonso Ogando, antes de regresar a su casa del número 41 de Los Majuelos.

En los mismos términos se expresó Eduardo Miguel Hernández, un joven que lleva viviendo en el edificio la friolera de 27 años. Dijo que "la experiencia por la que hemos pasado, no me ha gustado para nada. Me sentí desubicado sin mis cosas, sin mi espacio. Es como estar desorientado. Ya estamos desesperados por salir de esta situación, que no ha sido nada fácil.

Los dos agradecieron la atención prestada por el personal del Hotel Nivaria "porque ha sido una atención muy buena" y coincidieron en que desde Disa no se ha sido transparente".

Quienes no podían estar contentos tampoco fueron los empresarios afectados por el cierre de sus negocios, que aseguran, han tenido muchas pérdidas.