Solo uno de cada tres españoles -34 %- no siente los efectos de la crisis en su vida, frente a un porcentaje de más del 50% de personas en integración plena en 2007, según el último informe Foessa para Cáritas sobre exclusión y desarrollo social. En cuanto al resto de la sociedad, la población excluida asciende al 25 por ciento y un 41% de los ciudadanos está afectado por alguna problemática.

En la investigación sociológica, basada en 8.800 encuestas familiares, se analiza cuestiones como el nuevo modelo social, la distribución de la renta, el mercado de trabajo o el estado de bienestar.

El VII Informe Foessa alerta de la ruptura del contrato social y rechaza que la "crisis haya afectado a todos, sino que ha sido selectiva con los más pobres".

Los hogares afectados por privación material y pobreza monetaria han aumentado casi un 50 por ciento en los últimos años, advierte. De este modo, la población excluida en España asciende a 11.746.000 personas, de las que cinco millones se encuentran en exclusión severa, destaca el informe, que recuerda que dos de cada tres personas excluidas ya estaban en esta situación antes de la crisis.

De la población excluida, el 77 por ciento sufre exclusión en el empleo, el 61 por ciento de la vivienda y el 46% de la salud.

Las familias de mayor tamaño son las más perjudicadas por la crisis, sobre todo en las que viven muchos niños y jóvenes.

Cáritas propone revisar las preferencias como ciudadanos y cuestionar "las lógicas de la privatización, individualización y mercantilización".

"Queremos reiterar la masiva necesidad de moralizar la sociedad, como energía de invocación de la ética", aseguró el director de Foessa y secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, en alusión a los casos de corrupción.

En este sentido, reclamó que se escuche "el clamor para que desaparezca la inmoralidad de la vida pública, que genera más desánimo que la cruda realidad".

El informe señala la existencia de una "generación expulsada" de trabajadores -la tasa de trabajadores excluidos se sitúa en el 15 por ciento- y de una "generación hipotecada" -el 27% de los jóvenes desocupados está fuera del sistema educativo y el 35 % de los jóvenes vive en hogares excluidos-.

"Estamos a tiempo para una reacción colectiva, sólo así vamos a superar la crisis y evitar crisis venideras", ha dicho el coordinador del informe, Francisco Lorenzo.

Cáritas anima a los ciudadanos a sumarse a iniciativas "que anuncian que otra sociedad es posible, como el intercambio de vivienda, el cooperativismo, préstamos entre particulares o la banca ética".

Un retroceso de diez años para las familias

Los ingresos de las familias con hijos en España dieron un "gran salto atrás" de diez años durante la crisis económica, un retroceso que sitúa a España detrás de Grecia en esa valoración y junto con Irlanda y Luxemburgo. En el informe "Los niños de la recesión. El impacto de la crisis económica en el bienestar infantil en los países ricos", presentado ayer en Roma, Unicef asegura que las familias con hijos en España perdieron durante la recesión el equivalente a "diez años de esfuerzo y progreso". El estudio alerta de que el mayor costo de esta pérdida de potencial puede apreciarse en "la cada vez mayor alienación social y en el menor crecimiento demográfico". De hecho, recuerda que las tasas de fertilidad se han ralentizado por primera vez en diez años y que, en parte, se debe "a que los jóvenes adultos postergan la formación de una familia a causa de la situación económica y los pocos visos de que mejore".