Los convenios entre los ayuntamientos de La Palma y el Servicio Canario de Empleo, que se acaban de iniciar, premian las contrataciones de peones, principalmente de limpieza, y prácticamente excluyen, al menos en un 90% de los casos, a los licenciados universitarios, que con la crisis tampoco encuentran un puesto de trabajo acorde a sus estudios y que ven cómo las instituciones tampoco apuestan por proyectos donde se precise de personal cualificado.

El municipio más poblado de la Isla y con mayor número de parados, Los Llanos de Aridane, contrató a través de estos acuerdos a 27 desempleados. El perfil de los beneficiarios es revelador: 14 peones de limpieza, cuatro del sector de la construcción, siete albañiles, un cerrajero y un electricista. Todos ellos, eso sí, con imperiosa necesidad de incorporarse al mercado laboral para tener una vida digna.

Hace poco más de un año, en septiembre de 2013, la Corporación llanense anunció, también por convenio, la incorporación de 46 trabajadores. Todos se dedicaron a la limpieza y mantenimiento de espacios públicos.

Mientras, en Santa Cruz de La Palma la situación es bastante similar a lo que ocurre al otro lado de la Cumbre. Recientemente, el ayuntamiento contrató, gracias a la subvención recibida, a 42 personas. La mayoría, en concreto 32, están en el servicio de la limpieza de las calles, dentro de un plan de actuación en los barrios. Es más, la capital depende todos los años, todos, de los convenios para poder tener limpia, al menos decente, sus vías y plazas, ya que carece del personal suficiente para realizar esta labor.

Sin embargo, en la capital están de las pocas excepciones que confirma la regla: incorporó a dos arquitectos técnicos para el proyecto de "hoteles con encanto", con el objeto de culminar un censo de los edificios históricos particulares que se pueden convertir en alojamientos turísticos.

En los municipios "pequeños" la situación es similar: mucho personal sin cualificar para tareas básicas y escasos licenciados. Los 17 contratos de Puntagorda fueron para mejorar espacios públicos, senderos, jardines y zonas recreativas, a la vez que Breña Baja contrató con convenios a ocho peones de limpieza viaria, cuatro de la construcción, tres de jardinería, dos albañiles oficiales de primera, dos limpiadoras, un asistente infantil, un auxiliar administrativo y un auxiliar de biblioteca.

Barlovento, al menos, contrató a un desempleado con estudios universitarios, un fisioterapeuta, a lo que se sumaron peones de limpieza (es la tónica general), monitor de ludoteca, otro de ocio y tiempo libre y un auxiliar de ayuda a domicilio. Tijarafe apostó por el mantenimiento y limpieza de vías, jardines y parques, con 12 peones y oficiales, además de seis trabajadores de atención sociosanitaria.

La realidad de los convenios, la mayoría por un tiempo de seis meses, no se limita a la última convocatoria: Fuencaliente comenzó 2014 incorporando a cuatro parados, de los que dos eran para limpieza y otros tantos para ayuda a domicilio.