"En Gran Bretaña dimite un ministro por mentir en una multa. Aquí se reconoce un fraude y no pasa nada", dijo la concejal de Sí se Puede (SsP), Mayca Coello, en alusión a la inactividad del gobierno municipal en el tema después de que el concejal de Cultura, Juventud, Identidad Canaria, Fiestas y Comunicación, Alfredo Arencibia, admitiera, en el pleno celebrado el 31 de julio, la reventa de entradas en el baile de magos celebrado en Santa Ana.

Desde la oposición se acusa al edil de recoger la recaudación de los eventos que organiza el Ayuntamiento de Candelaria en bolsas de basura y de que no ingresaba la totalidad de lo recaudado, si bien el interventor aclaró que las cuantías en cuenta coincidían con la matriz de las entradas vendidas.

"Podemos estar hablando de más de un millón de euros", dijo José Fernando Gómez (no adscrito), mientras que Nazaret Díaz (CC) se dirigió a los socialistas indicándoles que "si no quieren que la calle lo llame chorizo, aprueben esta moción, por transparencia y por su honor".

Carina Dainotto (PP), proponente de la creación de una comisión de investigación y la realización de una auditoría externa (moción rechazada solo con los votos del gobierno local), no se recató al justificar la omisión del término presunto, al acusar a Arencibia de cometer un delito, aludiendo al reconocimiento de éste de la práctica de la reventa de entradas.

El hecho fue denunciado ante la Policía al día siguiente y "dos meses después, este ayuntamiento no ha tomado ninguna decisión al respecto y mucho menos el señor interventor, como responsable máximo de fiscalizar y velar por el dinero que entra y sale de este ayuntamiento". Dainotto apostilló: "Y lo que es peor: ninguno de sus compañeros le exigió responsabilidades (al concejal Arencibia)".

Después de asegurar que el personal de la concejalía de Fiestas declaró, ante la Policía Local, el procedimiento seguido en la venta de entradas, cobro y entrega del dinero señalando a "órdenes de Arencibia", la portavoz del PP fue tajante: "Aquí alguien se está llevando el dinero".

Fue entonces cuando se oyó a una imprevista defensora de Alfredo Arencibia, la concejal de Servicios Sociales, Olivia Pérez, quien en voz plenamente audible (inusual en sus escasas intervenciones) también fue contundente dirigiéndose a una serena Carina Dainotto: "No tienes vergüenza ni decencia, ni como concejal ni como mujer (...) ¡Ojalá tuviéramos la misma honorabilidad y decencia que Alfredo (Arencibia)".

El tema lo zanjó, por ahora, el alcalde, José Gumersindo García, quien explicó que el informe elaborado por un técnico de la concejalía de Fiestas (entregado anteayer, tres meses después de reconocida la reventa y realizada la denuncia) desmiente las acusaciones de la oposición puesto que refleja que el concejal no participa ni en la recaudación, ni en contar lo recaudado ni en ingresar el dinero. El asunto continuará con una denuncia contra Dainotto y contra Gómez.

A renglón seguido, la segunda polémica relevante. José Fernando Gómez (no adscrito) pedía explicaciones de lo sucedido con la obra de mejora del campo de fútbol de Barranco Hondo y, también, responsabilidades al alcalde y al concejal de Urbanismo, que deberán afrontar un juicio oral con petición, por la Fiscalía, de ocho años de inhabilitación para cargo público.

Mientras toda la oposición volvió a hablar de corrupción, señalando directamente "al alcalde y a los concejales fieles que le siguen hasta el abismo", por haber pagado una obra conculcando el proceso legalmente establecido en la adjudicación de la misma y con informes contrarios de la técnico. Domingo Ramos, edil de Urbanismo, aseguró que es inocente y que está tranquilo.