Un grupo de profesores y alumnos de la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna cambiaron ayer las aulas del centro por la vía pública. En lo que fue la primera de las cuatro jornadas de movilizaciones para reclamar una mejora de sus instalaciones y la cesión del colegio Aneja para la actividad universitaria, los estudiantes y docentes tomaron algunos de los espacios más emblemáticos de la ciudad para dejar claro que no aguantan más en la situación actual.

Cuando dieron las once, los alumnos y profesores se dirigieron a los enclaves elegidos para manifestar su malestar con el estado de sus infraestructuras. Sin embargo, no en todos los espacios previstos podía encontrárseles, puesto que algunos docentes decidieron no sumarse a la protesta.

Uno de los primeros grupos en llegar fue el de unos futuros maestros de Educación Física, que sobre la plaza del Adelantado desplegaron toda una clase de expresión corporal. ¿Qué se siente cuando la actividad lectiva se desarrolla en esas condiciones? Cuatro de ellos -Jorge, Zaira, Beatriz y Laura- contestan: "Es frustrante que no hayamos podido formarnos con los materiales, recursos y atención adecuados".

Su profesora, María Jesús Cuéllar, quiere precisar que la Facultad no tiene "nada" contra el colegio, pero también que "una educación del siglo XXI", como la que exige el Plan Bolonia, "no puede darse en unas condiciones del siglo pasado".